El impacto del desmantelamiento del programa de cuidados paliativos

El recorte dispuesto por el Gobierno Nacional pone en riesgo la atención de pacientes con cáncer, generando preocupación en el ámbito médico y social.

La médica especialista en cuidados paliativos Mariana Pechenik advirtió sobre las graves consecuencias del desmantelamiento del programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer (INC), llevado a cabo por el Gobierno. La eliminación de este programa afectará a miles de pacientes que necesitan atención especializada para el alivio del dolor y el acompañamiento en el transcurso de la enfermedad.

A través de una publicación en redes sociales, Pechenik expresó su preocupación y lamentó la decisión oficial: «Los cuidados paliativos argentinos estamos de luto. Se ha desmantelado el programa nacional de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer». En su mensaje, destacó el rol clave del INC, que no solo formaba profesionales en la especialidad a través de becas y cursos, sino que también garantizaba la provisión de morfina y metadona en todas las jurisdicciones del país, con especial énfasis en las provincias más vulnerables.

El recorte implementado por la administración de Javier Milei se tradujo en la suspensión de la compra de opioides, fármacos esenciales en el tratamiento del dolor severo en pacientes con cáncer. Además, seis de los ocho miembros del equipo especializado en cuidados paliativos fueron despedidos, lo que redujo drásticamente la capacidad de atención y asesoramiento a nivel nacional.

Desde el sector sanitario alertan que esta medida tendrá efectos negativos inmediatos. Pechenik enfatizó que se espera un aumento en la prevalencia del cáncer, así como en el sufrimiento de los pacientes, quienes perderán acceso a atención de calidad. «Más pacientes quedarán sin recibir asistencia de personal calificado ni alivio del dolor», advirtió.

El Instituto Nacional del Cáncer, junto con la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos, había logrado avances significativos en la materia, combatiendo el desconocimiento y la falta de acceso a tratamientos adecuados en el sistema de salud. La especialista calificó la decisión gubernamental como «un descuido profundo de nuestros derechos humanos», subrayando que afecta a una población que ya enfrenta un proceso de salud crítico.

La eliminación de este programa no solo vulnera a los pacientes oncológicos, sino que también pone en jaque el desarrollo de una disciplina médica fundamental para garantizar calidad de vida en situaciones de enfermedad avanzada. Ante este escenario, diversos sectores exigen la revisión de la medida y la restitución de un programa esencial para el bienestar de los pacientes más vulnerables.