Derrumbe en la industria textil: despidos masivos y futuro incierto
La crisis en el sector textil sigue profundizándose, con más de 10.000 despidos en el último año y perspectivas poco alentadoras para 2025. La caída en la demanda y la falta de inversión configuran un escenario desolador.
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El 2024 marcó un año de dificultades extremas para la industria textil en Argentina, una situación que se mantiene en 2025 sin señales de recuperación. Según la Fundación Pro Tejer, más de 10.000 trabajadores perdieron sus empleos debido a la contracción de la actividad, con empresas que arrastran 12 meses consecutivos de caída en las ventas. La respuesta del sector ante esta crisis ha sido la reducción drástica de costos, incluyendo la cancelación de horas extras y la no renovación de contratos, lo que agrava el panorama laboral.
Uno de los indicadores más preocupantes es el uso de la capacidad instalada en la industria, que según Pro Tejer cayó en promedio 12 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior. Esta situación se ve reflejada en la drástica reducción de inversiones: el 70% de las empresas no realizó inversiones en 2024 y muchas cancelaron las planificadas. Con una economía incierta, las proyecciones para 2025 tampoco ofrecen alivio, ya que el 60% de las empresas no prevé nuevas inversiones debido a la volatilidad del mercado y la falta de incentivos.
El sector señala la competencia desleal derivada de la importación masiva de productos como uno de los principales problemas que afectan su sostenibilidad. A esto se suma la necesidad de reducir los costos externos a la producción, como impuestos, alquileres y financiamiento, aspectos que el 87% de las empresas considera prioritarios para mejorar su competitividad. En este sentido, se reclama una reforma tributaria que alivie la carga impositiva, junto con políticas de fortalecimiento del poder adquisitivo para estimular la demanda interna.
Frente a este contexto, el Gobierno sostiene que el mercado está equilibrado y que las empresas deben adaptarse a competir tanto en el plano local como en el internacional. El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió la política cambiaria vigente, asegurando que “la cancha no está desnivelada”. Sin embargo, las cifras del sector evidencian una crisis que se agrava mes a mes, dejando en claro que sin medidas concretas, la industria textil seguirá en un proceso de contracción con consecuencias sociales y económicas de gran magnitud.