Isaac Newton y su enigmática predicción sobre el fin del mundo
El físico analizó las profecías bíblicas y estimó que 2060 marcaría un cambio de era

Desde tiempos remotos, la humanidad ha intentado descifrar su destino final. A lo largo de la historia, distintas corrientes filosóficas y religiosas han abordado el fin del mundo, atribuyéndole significados diversos. Entre las interpretaciones más sorprendentes se encuentra la de Isaac Newton, el renombrado científico, quien, además de revolucionar la física, realizó un cálculo basado en textos bíblicos que sugiere el año 2060 como un punto crucial para la humanidad.
Newton y su cálculo basado en la Biblia
Aunque Newton es principalmente conocido por sus contribuciones a la ciencia, también dedicó gran parte de su vida al estudio de la teología. En una carta escrita en 1704, reveló su cálculo sobre el supuesto fin del mundo, una información que permaneció en la sombra hasta que fue divulgada en 2003 por un documental de la BBC titulado Newton: el hereje oscuro.
El documento forma parte de un conjunto de manuscritos adquiridos por el investigador Abraham Yahuda y donados al Estado de Israel en 1951. En 1969, estos escritos llegaron a la Biblioteca de la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde se encontraron sus cálculos sobre el futuro de la humanidad.
Una interpretación profética
Newton creía que las Sagradas Escrituras contenían mensajes cifrados sobre el porvenir. Basándose en los libros de Daniel y el Apocalipsis, interpretó la frase «Un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo» como una referencia a 1260 años. Contando desde la coronación de Carlomagno en el año 800 d.C., concluyó que el 2060 marcaría el final de una era.
Sin embargo, Newton no concebía el 2060 como el fin literal del mundo, sino como el inicio de una transformación espiritual, a la que denominó «era mesiánica» o «mileno del reino de Dios». Su análisis distaba de ser una predicción apocalíptica y se enfocaba en una renovación de la humanidad.
Contra las predicciones alarmistas
Uno de los motivos que llevaron a Newton a calcular esta fecha fue su intención de desacreditar a los profetas de su tiempo que anunciaban el fin del mundo de manera inminente. Consideraba que estas afirmaciones dañaban la credibilidad de las Escrituras.
«Puede que termine más tarde, pero no veo motivo para que termine antes. Menciono esto no para determinar cuándo será el día del fin, sino para poner fin a las predicciones fantasiosas de los hombres», escribió en sus manuscritos.
Entre la ciencia y la teología
Más allá de su legado en la ciencia, Newton dejó una huella singular en la teología. Su minucioso análisis de las Escrituras muestra una faceta menos conocida del genio que transformó el conocimiento humano. Su combinación de razón y fe sigue despertando asombro y debate en la actualidad.