Más de un millón para no ser pobre: el drama de las familias argentinas

El costo de vida sigue en alza y las políticas de ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades básicas.

En enero de 2025, el costo de la canasta básica total (CBT) alcanzó $1.033.716, lo que marcó la línea de pobreza para una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores. Al mismo tiempo, la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la indigencia, se ubicó en $453.000, según datos del INDEC. Estos valores reflejan un aumento interanual del 73% para la CBT y del 58% para la CBA, evidenciando el impacto continuo de la inflación sobre los sectores más vulnerables.

El informe del INDEC destaca que una persona adulta necesitó $146.000 para cubrir sus necesidades alimentarias mínimas. Esta suba de precios se vincula con la devaluación de diciembre de 2023, que disparó el costo de vida y provocó una caída en el consumo. Según la consultora Scentia, el consumo masivo se redujo un 3,8% interanual en enero de 2025, y en las grandes cadenas de supermercados la baja fue aún más pronunciada, alcanzando el 8,3%.

En cuanto a los ingresos, la brecha entre salarios e inflación sigue siendo amplia. De acuerdo con Scentia, «el gap ingresos-inflación fue de casi 30 puntos entre 2023 y el primer semestre de 2024», lo que provocó una pérdida significativa del poder adquisitivo. Aunque se espera una leve recuperación para mediados de 2025, las dificultades actuales persisten para millones de familias.

Beneficios sociales insuficientes
A pesar del aumento del 2,43% en la Asignación Universal por Hijo (AUH), que la llevó a $95.520 por menor, los hogares perceptores continúan por debajo del umbral de indigencia. La Tarjeta Alimentar, clave para la seguridad alimentaria, no recibió actualizaciones, manteniéndose en $52.250 para un hijo, $81.936 para dos y $108.062 para tres o más. Esta situación fue señalada en un informe del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, coordinado por Claudio Lozano.

Asimismo, el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) se actualizó a $286.711 en enero de 2025 mediante la Resolución 17/2024. Sin embargo, este ajuste quedó muy por debajo de los $572.000 solicitados por las centrales sindicales (CGT, CTA y CTAA) y apenas superó la propuesta de la UIA, que fue de $278.000. Esta falta de consenso en el Consejo del Salario refleja la tensión entre trabajadores y empresarios.

Conclusión:
El alza constante de precios y la insuficiencia de las políticas de ingresos configuran un escenario crítico para las familias argentinas. Mientras el gobierno sostiene su política de ajuste, millones de hogares enfrentan dificultades para cubrir necesidades básicas. La tensión entre gremios y empresarios por el salario mínimo y la ausencia de actualizaciones en programas sociales profundizan la crisis, dejando en evidencia la urgencia de medidas integrales y consensuadas.