La inteligencia artificial y el auge de los ciberdelitos

El avance de la inteligencia artificial (IA) ha generado una revolución en numerosos sectores, pero también ha abierto nuevas puertas para el crimen digital. En los últimos años, los ciberdelincuentes han adoptado esta tecnología para perfeccionar sus métodos, elevando el nivel de sofisticación y dificultad para ser detectados.

El uso de IA en actividades delictivas ha crecido de manera alarmante, permitiendo fraudes que van desde la suplantación de identidad hasta la creación de contenidos falsos como los deepfakes. Lucas Moyano, fiscal especializado en cibercrimen, advierte que uno de los delitos más frecuentes es la clonación de voz. Un caso reciente en Córdoba puso en evidencia esta problemática, cuando la cantante Andrea Teicher fue víctima de una clonación de voz para simular un secuestro y extorsionar a su familia.

Estos avances han facilitado que los delincuentes manipulen grabaciones con solo unos segundos de audio, generando fraudes como extorsiones y engaños amorosos en línea. Además, la creación de imágenes falsas de contenido sexual y la falsificación de documentos digitales se han vuelto herramientas habituales en el arsenal del crimen cibernético.

Otro de los riesgos emergentes es el phishing hiperpersonalizado, que se ha perfeccionado gracias a la capacidad de la IA de analizar grandes volúmenes de datos. Con esta información, los ciberdelincuentes pueden diseñar mensajes fraudulentos que imitan a la perfección comunicaciones legítimas, logrando engañar a sus víctimas para que entreguen información sensible o realicen transferencias de dinero.

El marco legal actual enfrenta serios desafíos ante esta realidad en constante evolución. En Argentina, la legislación aún no contempla de manera específica el uso de IA en la generación de material ilícito. Moyano resalta la necesidad urgente de actualizar las normativas para abordar este tipo de ciberdelitos, ya que sin un marco regulador adecuado, las autoridades encuentran grandes dificultades para investigarlos y sancionarlos.

Ante este panorama, los expertos sugieren tomar medidas preventivas para evitar caer en estas estafas. Se recomienda establecer códigos de seguridad con familiares y amigos, así como desconfiar de llamadas y mensajes sospechosos. «Si algo parece extraño, lo mejor es cortar la comunicación y verificar con la persona por otro medio», aconseja Moyano. La concienciación y la educación digital se perfilan como las herramientas más eficaces para enfrentar esta creciente amenaza tecnológica.