Nestlé cierra una planta en Córdoba durante marzo y crece la preocupación entre los trabajadores
El personal fue obligado a tomarse vacaciones forzadas, mientras el gremio advierte sobre posibles consecuencias más graves.
La multinacional suiza Nestlé anunció el cierre temporal de su planta en Villa Nueva, Córdoba, durante todo el mes de marzo. La medida genera incertidumbre entre los empleados, quienes fueron forzados a tomarse vacaciones sin posibilidad de elegir las fechas. Desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) alertan que esta situación podría ser el preludio de decisiones más drásticas en el futuro.
La noticia tomó por sorpresa a los trabajadores de la planta ubicada frente al barrio Ctalamochita. «Nos desayunamos con la información de que la fábrica va a estar parada en marzo y, en consecuencia, todos los empleados deberán tomarse vacaciones en ese período», expresó Fernando Martín Páez, secretario general del STIA en Villa María. La decisión, según la empresa, responde a un exceso de stock de productos y la necesidad de mantenimiento de la fábrica, que originalmente estaba programado para julio.
El gremio cuestionó duramente la postura de Nestlé, señalando que la obligación de tomar vacaciones en una fecha impuesta por la compañía va en contra de las normas internas de la firma. «Siempre el ajuste lo pagan los trabajadores. Si tienen sobrestock, que bajen los precios y vendan más, pero no pueden trasladar el problema a los empleados», sostuvo Páez.
Uno de los puntos más criticados es la forma en que la medida fue implementada. «El viernes pasado, la jefa de Recursos Humanos estaba haciéndoles firmar las vacaciones a todos, lo cual es claramente una presión indebida», denunció el sindicalista. Según Páez, este tipo de decisiones generan un «clima laboral hostil» y «una psicosis colectiva» dentro de la planta.
La preocupación entre los empleados es palpable. Aunque hasta el momento no se anunciaron despidos, el contexto económico del país y la creciente desocupación alimentan los temores de que esta situación sea solo el primer paso hacia recortes de personal. «Hoy nos dicen que son vacaciones forzadas, pero mañana podrían ser desvinculaciones», advirtió el dirigente gremial.
La industria alimenticia atraviesa un escenario complicado, con caída del consumo y una inflación que impacta en los costos de producción. En este contexto, medidas como la de Nestlé no hacen más que encender las alarmas sobre el futuro del empleo en el sector. Mientras tanto, los trabajadores de la planta cordobesa continúan en vilo, esperando que esta pausa obligada no derive en un cierre definitivo o en ajustes aún más drásticos.
