Incendios en la Patagonia: ya son 11 mil las hectáreas afectadas
El fuego no da tregua en Epuyén y Bariloche. Las autoridades confirman que el origen fue intencional y alertan sobre el impacto en familias y ecosistemas.
Un desastre en expansión
Los incendios forestales que afectan a Epuyén, en Chubut, y al Parque Nacional Nahuel Huapi, en Bariloche, continúan fuera de control, con más de 11 mil hectáreas consumidas por las llamas. Según informaron las autoridades, el viento es un factor clave que dificulta las tareas de contención. En Chubut, el fuego ha devastado unas 5.000 hectáreas de bosques nativos, matorrales y pastizales, mientras que en el Parque Nacional Nahuel Huapi, las hectáreas afectadas superan las 6.000.
Impacto humano y ambiental
En Epuyén, al menos 70 viviendas sufrieron daños significativos debido al avance de las llamas. El ministro de Seguridad y Justicia de Chubut, Héctor Iturrioz, confirmó en conferencia de prensa que el origen del incendio fue intencional y que “puso en peligro a miles de familias”. Las declaraciones subrayan la gravedad de la situación y ponen en foco la necesidad de investigar a fondo para identificar a los responsables.
Por su parte, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, las llamas amenazan la biodiversidad única de la región. La destrucción de hábitats naturales impacta no solo en la flora y fauna, sino también en las comunidades que dependen de estos ecosistemas para su sustento y actividades económicas.
Clima adverso y esfuerzos de contención
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que las condiciones climáticas siguen siendo desfavorables. Para este lunes, se pronostica una temperatura máxima de 18 grados y ráfagas de viento superiores a los 55 kilómetros por hora, lo que dificulta el control del fuego. Además, las actividades náuticas en los lagos cercanos al incendio han sido restringidas para facilitar la recarga de agua de los aviones hidrantes que participan en los operativos.
Un llamado a la acción
A más de un mes del inicio de las llamas, la situación exige una respuesta coordinada y urgente. Las autoridades locales y nacionales deben redoblar los esfuerzos para contener el fuego, asistir a las familias afectadas y preservar los ecosistemas amenazados. Asimismo, se vuelve imperativo avanzar en la investigación para llevar a los responsables ante la justicia.