Comer afuera, un lujo: el precio de los restaurantes alcanza un máximo histórico en la era Milei
El costo de comer en restaurantes se disparó un 127% en 2024, superando ampliamente a la inflación general. Además, el consumo de aplicaciones de reparto como Rappi y PedidosYa cayó un 40%.
Desde el inicio de la administración de Javier Milei, el sector gastronómico ha sido testigo de un fenómeno alarmante: comer afuera nunca fue tan caro para las familias argentinas. Según datos del INDEC, el costo relativo del rubro «restaurantes y comidas fuera del hogar» alcanzó su máximo histórico en comparación con los alimentos básicos, provocando un cambio significativo en los hábitos de consumo.
Entre enero y diciembre de 2024, los precios de los alimentos subieron un 93,8%, mientras que los restaurantes aumentaron un 127%. Este diferencial refleja no solo el impacto de la inflación, que cerró el año en un 117,8%, sino también las dificultades específicas del sector para absorber los costos de insumos y servicios, lo que trasladaron directamente al consumidor.
El mes de diciembre mostró una inflación del 2,7%, un leve repunte respecto a noviembre (2,4%). A pesar de estas cifras, el Gobierno destacó que la inflación anual fue la menor desde 2018. Sin embargo, para los argentinos, especialmente los de ingresos medios y bajos, salir a comer se ha transformado en un lujo reservado para ocasiones especiales.
El desplome de las apps de delivery
Las aplicaciones de reparto también han sido afectadas por la recesión económica. Según el Sindicato de Base de Trabajadores de Reparto por Aplicación (Sitrarepa), el consumo a través de plataformas como Rappi y PedidosYa cayó un 40% en 2024.
La crisis económica obligó a los consumidores a priorizar la compra de productos en supermercados y tiendas con promociones, buscando reducir gastos. Esto generó un cambio en las preferencias: muchas personas que antes pedían delivery de manera frecuente optaron por cocinar en casa.
Por otro lado, quienes siguen buscando experiencias gastronómicas se han inclinado por platos gourmet y elaborados, tratando de mantener el hábito de comer fuera, pero trasladándolo al hogar.