Cierre de coordinaciones de salud: el gobierno enfrenta críticas por un retroceso sanitario

Organizaciones denuncian que la eliminación de áreas clave de salud pública, impulsada por el gobierno nacional, podría desatar una crisis sanitaria en medio del aumento de casos de tuberculosis y hepatitis.

La polémica decisión del gobierno liderado por Javier Milei de reestructurar el Ministerio de Salud ha generado un fuerte rechazo. Entre las medidas más criticadas se encuentra la eliminación de las coordinaciones de tuberculosis y hepatitis, en un contexto de creciente número de contagios y una notable falta de insumos esenciales para el tratamiento y la prevención.

El decreto firmado por el ministro de Salud, Mario Lugones, y el Presidente eliminó 15 áreas estratégicas del Ministerio de Salud. Este recorte afecta directamente a la respuesta frente a enfermedades como la tuberculosis y las hepatitis virales, en un momento crítico en el que los diagnósticos de tuberculosis han aumentado un 20%, alcanzando los 15.000 casos en 2023.

Desde el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH, Hepatitis y Tuberculosis calificaron la medida como «un acto irresponsable» que expone a la población a riesgos evitables. «El recorte presupuestario en salud pública no solo desfinancia tratamientos esenciales, sino que también paraliza la prevención y el diagnóstico temprano», señaló José María Di Bello, integrante de la Fundación Grupo Efecto Positivo.

La situación es especialmente crítica para quienes enfrentan tuberculosis multirresistente, una variante más grave que requiere tratamientos específicos. Con la eliminación de la coordinación especializada, las personas diagnosticadas enfrentan demoras y obstáculos insostenibles para acceder a medicamentos vitales.

Además, el desfinanciamiento es palpable en la ausencia de insumos básicos. En 2024, Argentina dejó de comprar preservativos, una herramienta clave para la prevención de enfermedades de transmisión sexual. “Es inaceptable que en pleno siglo XXI, el gobierno nacional dé pasos atrás en políticas públicas esenciales que afectan directamente a la salud de miles de argentinos”, apuntó Di Bello.

Un reclamo colectivo

El martes pasado, trabajadores de la salud, pacientes y organizaciones civiles realizaron un abrazo simbólico al Ministerio de Salud en señal de protesta. «Estamos exigiendo el cese inmediato de los recortes y la restitución de las áreas eliminadas», dijeron desde la movilización, que también demandó una reunión con el ministro Lugones para esclarecer las medidas que planea implementar el gobierno.

Una medida cautelar emitida en diciembre exige al Estado garantizar la entrega de medicamentos en un plazo máximo de 60 días, pero las organizaciones denuncian que hasta el momento no se han dado avances significativos. «El incumplimiento de esta obligación no solo es un desprecio por la vida de quienes dependen del sistema de salud pública, sino también una violación de la Ley 27.675, que establece responsabilidades claras para el gobierno nacional», destacaron.

El cierre de las coordinaciones de tuberculosis y hepatitis evidencia las graves consecuencias de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei en el área de salud. Frente al aumento de contagios y la falta de recursos básicos, las críticas no cesan. La respuesta del Ejecutivo a los reclamos será crucial para evitar una crisis sanitaria que podría marcar un retroceso histórico en la salud pública argentina.