Jubilados en crisis: el impacto de las políticas del gobierno de Milei

Los adultos mayores enfrentan un panorama complejo tras el primer año de gestión de Javier Milei, marcado por el fin de medicamentos gratuitos y un ingreso mínimo que no alcanza a cubrir la canasta básica. La tensión entre Casa Rosada y los jubilados no deja de crecer.

El año 2024 cerró con un panorama desalentador para los jubilados argentinos. Sin acceso a medicamentos gratuitos y con haberes mínimos que no llegan a cubrir la canasta básica, la situación se tornó crítica para un sector históricamente vulnerable. La mínima de $300.000 contrasta fuertemente con los $388.500 necesarios para acceder a beneficios sociales, mientras que la máxima apenas supera $1.700.000.

La situación empeoró en septiembre, cuando Javier Milei vetó una ley aprobada por el Congreso que proponía una nueva fórmula para calcular los aumentos de las jubilaciones. De haberse implementado, esta medida habría representado una recomposición más acorde con la inflación. En su lugar, las actualizaciones continúan atadas al índice inflacionario, con un retraso de dos meses.

Desde el movimiento Jubilados y Pensionados, su referente, Marcos Wolman, denunció que el veto presidencial dejó sin efecto un aumento de $18.000 que habría aliviado mínimamente la situación económica. “Hace 31 años que todos los miércoles nos manifestamos frente al Congreso, y lo vamos a seguir haciendo”, afirmó, subrayando la persistencia de su lucha.

La eliminación de medicamentos gratuitos gestionados por PAMI agravó el panorama. Aunque el gobierno dispuso que quienes perciban ingresos inferiores a 1,5 haberes mínimos puedan solicitar subsidios, los requisitos son estrictos y el trámite, complejo, excluyendo a quienes no manejan tecnologías digitales o no cumplen con las condiciones establecidas.

Por otro lado, el gobierno implementó paliativos como un bono de $70.000 en diciembre y un incremento del 2,69% en las jubilaciones. Sin embargo, estas medidas resultaron insuficientes frente a una inflación descontrolada y el aumento sostenido del costo de vida.

En conclusión, las políticas del gobierno de Javier Milei han intensificado la crisis que enfrentan los jubilados. Sin mejoras sustanciales en sus ingresos ni acceso pleno a derechos básicos, el futuro para este sector resulta incierto. La lucha por una vejez digna se mantiene más vigente que nunca, con un llamado urgente a replantear las prioridades del gobierno nacional.