Jubilados y el costo de vida: la canasta básica, un sueño inalcanzable

Un reciente informe del Cesyac revela que una pareja de jubilados que percibe la jubilación mínima no logró cubrir la canasta básica en noviembre. El aumento de precios y el derrumbe del poder adquisitivo golpean con fuerza a los adultos mayores.

La situación económica de los jubilados argentinos se torna cada vez más crítica. Un relevamiento del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac) expone que en noviembre de 2024, una pareja de jubilados que cobra la mínima necesitó 660.328 pesos para cubrir los gastos esenciales de su hogar. Este monto, que refleja un aumento significativo respecto al año pasado, supera ampliamente sus ingresos mensuales combinados.

El informe del Cesyac detalla que el costo de la canasta básica de una pareja de adultos mayores en Rosario alcanzó los 660.328 pesos en noviembre, subdivididos en 417.154 pesos para servicios y 243.174 pesos para productos de consumo masivo. Este incremento, del 3,28% intermensual, superó nuevamente la inflación oficial reportada por el Indec para el mismo periodo.

Entre los rubros que más aumentaron se encuentran los alquileres, con una suba del 13,45%; los comestibles envasados (3%), la carne (3,89%) y los medicamentos (1,94%). Estos incrementos, que parecen menores en términos porcentuales, representan un impacto severo en los bolsillos de quienes dependen de ingresos fijos y limitados.

En noviembre de 2023, la misma canasta básica tenía un costo de 185.208 pesos. Esto significa que en tan solo un año los gastos esenciales se incrementaron un 256,54%. En contraste, la jubilación mínima, que incluye un haber de 252.798 pesos y un bono adicional de 70.000 pesos, suma un total de 322.798 pesos mensuales por persona. Así, una pareja de jubilados alcanza ingresos conjuntos de 645.596 pesos, insuficientes para cubrir la canasta.

La situación es alarmante, ya que los adultos mayores no solo enfrentan la dificultad de satisfacer sus necesidades básicas, sino que también ven comprometida su calidad de vida. La brecha entre los ingresos y los costos de vida se agranda mes a mes, dejando a muchos en una situación de vulnerabilidad extrema.

El informe del Cesyac pone en evidencia una problemática que trasciende los números: la crisis económica golpea especialmente a los sectores más vulnerables, como los jubilados. Mientras el costo de la canasta básica sigue en ascenso, los ingresos de este grupo no logran acompañar el ritmo inflacionario. La falta de políticas públicas que atiendan estas desigualdades amenaza con profundizar la exclusión social de quienes trabajaron toda su vida. Es urgente repensar medidas que garanticen el acceso a una vida digna para los jubilados argentinos.