Fallo histórico: la Corte Suprema revoca condena y reivindica la perspectiva de género

El máximo tribunal anuló la sentencia de ocho años contra Daiana Fernández, resaltando la obligación de contemplar las desigualdades estructurales y el contexto de violencia que enfrentan las mujeres.

En una decisión clave para la justicia con perspectiva de género en Argentina, la Corte Suprema de Justicia anuló la condena a Daiana Elizabeth Fernández por el homicidio de su expareja, Facundo Saucedo. El tribunal ordenó revisar el caso considerando el contexto de violencia doméstica y las desigualdades estructurales que atraviesan las mujeres víctimas de abuso.

El caso se remonta al 16 de octubre de 2011. Daiana Fernández, con apenas 19 años, defendió su vida durante un violento ataque de Saucedo, quien había sido su pareja y contaba con antecedentes de violencia doméstica. Según el expediente, Saucedo irrumpió en la vivienda de Fernández, la golpeó brutalmente y trató de arrastrarla. En medio del forcejeo, Fernández usó un cuchillo que tenía en la mano y lo hirió en el cuello. Saucedo murió horas después en el hospital.

En 2013, un tribunal reconoció el contexto de violencia, condenando a Fernández a tres años y medio de prisión por homicidio preterintencional. Sin embargo, tras una apelación fiscal, la Sala IV del Tribunal de Casación Penal bonaerense aumentó la condena a ocho años, desestimando la violencia previa que ella había sufrido.

La Corte Suprema, al analizar el caso, determinó que los fallos previos no consideraron la situación extrema en la que Fernández se encontraba. Destacaron que la revisión debía enmarcarse bajo la perspectiva de género, como lo estipula el precedente “Casal”, que exige un análisis integral y exhaustivo de las decisiones judiciales.

Perspectiva de género: un enfoque indispensable

El fallo de la Corte subraya que la violencia de género no puede ser obviada en procesos judiciales. Las mujeres que enfrentan desigualdades estructurales y son víctimas de abuso deben ser juzgadas considerando su contexto, así como las dinámicas de poder que afectan sus decisiones y acciones.

Los magistrados recordaron que las situaciones extremas, como el intento de defender la propia vida en medio de una agresión, exigen una interpretación legal que contemple las condiciones de la víctima. Este enfoque es esencial para garantizar una justicia efectiva y equitativa en casos de violencia contra las mujeres.