El consumo masivo sufre una nueva caída: retroceso del 20,4% en octubre
La contracción del mercado persiste en medio de una leve desaceleración inflacionaria. Los rubros de higiene, alimentos y bebidas, entre los más afectados.
El consumo masivo en Argentina continúa su tendencia a la baja. Durante octubre, las ventas en supermercados y autoservicios registraron una caída interanual del 20,4%, consolidando un retroceso acumulado del 12,8% en lo que va del año, según un informe de la consultora Scentia. Esta contracción pone de manifiesto un deterioro persistente en la capacidad de compra de los hogares, a pesar de la moderada desaceleración inflacionaria del último mes.
Octubre: un respiro en la inflación, pero no en el consumo
Los datos de octubre revelan una leve mejoría en comparación con septiembre, cuando las ventas habían caído un 22,3%, marcando la peor cifra de los últimos veinte años. Sin embargo, esta desaceleración no ha sido suficiente para revertir la tendencia. Mientras el índice de precios al consumidor mostró un incremento del 2,7% respecto a septiembre, el menor desde comienzos de año, las familias enfrentaron mayores restricciones presupuestarias para cubrir gastos no esenciales.
Rubros más afectados
La categoría de productos impulsivos lideró las bajas con un desplome del 29,1%, reflejo de un consumo cada vez más planificado y menos propenso a los gastos espontáneos. Le siguieron los segmentos de higiene y cosmética (25,8%), bebidas con alcohol (22,3%) y sin alcohol (17,1%), junto con alimentos básicos para el desayuno y la merienda (19,3%).
Incluso productos esenciales como los perecederos y los de limpieza del hogar experimentaron caídas del 17,2% y 18,2%, respectivamente. Estos datos confirman que la reducción del consumo afecta tanto a los bienes de primera necesidad como a los más prescindibles.
Factores detrás del fenómeno
Analistas atribuyen esta contracción a un fenómeno de reconfiguración del gasto en los hogares. Los aumentos sostenidos en servicios públicos y alquileres han reducido drásticamente los recursos disponibles para el consumo de alimentos y productos no esenciales. Este escenario pone de relieve un cambio en las prioridades de los consumidores, quienes optan por cubrir lo imprescindible frente a una economía cada vez más ajustada.
Además, los autoservicios mayoristas, que suelen ser un refugio para compras económicas, también reportaron una caída significativa del 20,2% en octubre, acumulando una contracción del 11,8% en el año.