Consumo de alcohol en adolescentes: un problema cada vez más temprano

Un reciente estudio expone la alarmante realidad del consumo de alcohol entre adolescentes en la provincia de Buenos Aires, evidenciando el inicio de esta práctica a edades muy tempranas, en su mayoría antes de los 15 años.

Los resultados del informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires revelan que el 71,5% de los adolescentes en la provincia ha consumido alcohol antes de los 15 años, y un 68% lo ha hecho al menos una vez en su vida. Estas cifras señalan una tendencia preocupante: muchos adolescentes comienzan a beber incluso antes de los 12 años, un fenómeno impulsado principalmente por la presión social y la aceptación dentro de su grupo de pares. Sin embargo, el entorno familiar también juega un papel fundamental en esta realidad, al tratarse de un espacio donde, en muchos casos, el consumo de alcohol se normaliza.

Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia, advierte que la permisividad en el ámbito familiar contribuye significativamente a esta problemática. «El acceso a bebidas alcohólicas en reuniones familiares o eventos sociales hace que los adolescentes perciban el consumo de alcohol como algo normal y sin riesgos», explicó Martello en una entrevista con Infobae. Este factor resulta determinante en la construcción de una cultura permisiva que, sumada a la presión de pares, acelera el inicio del consumo en edades cada vez más tempranas.

Uno de los comportamientos más riesgosos identificados en el estudio es la mezcla de alcohol con bebidas energizantes, práctica que reconoció haber probado el 57% de los encuestados. Esta combinación es especialmente peligrosa porque los energizantes enmascaran los efectos depresores del alcohol, lo cual puede llevar a un consumo desmedido sin que los jóvenes perciban el deterioro en su juicio y coordinación. Martello resaltó que «la mezcla hace que los adolescentes sientan menos el efecto del alcohol, lo que incrementa su consumo y eleva el riesgo de accidentes».

Otra tendencia de consumo que preocupa a los especialistas es el llamado binge drinking o «atracón de alcohol», que consiste en ingerir grandes cantidades de alcohol en poco tiempo. La médica psiquiatra Geraldine Peronace advirtió que esta práctica se ha vuelto cada vez más común entre los adolescentes, quienes optan por bebidas con mayor graduación alcohólica en busca de efectos más inmediatos. «Este patrón de consumo aumenta las probabilidades de intoxicaciones graves y afecta directamente el desarrollo cerebral, que continúa hasta los 21 años», detalló Peronace, señalando los riesgos irreversibles para la salud física y mental de los jóvenes.

Para enfrentar esta problemática, Martello subrayó la necesidad de implementar programas educativos en las escuelas que aborden los riesgos del consumo de alcohol y ofrezcan estrategias para enfrentar la presión social. Además, propuso una actualización de la Ley Nacional 24.788 de Prevención del Alcoholismo, enfocándose en regular la publicidad de bebidas alcohólicas en redes sociales y plataformas digitales, donde los adolescentes están expuestos a contenido que podría incitar el consumo.

La normalización del consumo de alcohol a temprana edad representa un desafío de salud pública y social que requiere una acción coordinada entre familias, escuelas y autoridades. La formación en el hogar y en las instituciones educativas sobre los riesgos del consumo, así como la regulación de mensajes en medios digitales, son pasos esenciales para cambiar el rumbo de esta tendencia y proteger a las nuevas generaciones.