Crisis en el consumo de yerba mate: caída histórica y desafíos para los productores
El consumo de yerba mate cayó un 8,8% en Argentina durante el último año, afectado por la pérdida del poder adquisitivo y el aumento de importaciones, lo que genera presión económica sobre los productores locales y aumenta los stocks.
El tradicional mate, símbolo cultural de Argentina, atraviesa una crisis sin precedentes en su consumo y producción. Los primeros nueve meses de la gestión de Javier Milei muestran una caída del 8,8% en el consumo de yerba, lo que representa la reducción más pronunciada de los últimos nueve años. Esta merma, impulsada por la pérdida de poder adquisitivo, ha alcanzado el nivel más bajo registrado desde 2014, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Desde enero a septiembre, el consumo interno de yerba mate cayó de 212 mil a 193,4 mil toneladas en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este desplome es una clara señal de cómo la crisis económica está afectando hasta los hábitos más arraigados de los argentinos, que ven en el mate un emblema de su identidad. Además, el informe indica que las exportaciones de yerba disminuyeron un 16,4%, afectando en especial a mercados importantes como la Unión Europea y ciertos países asiáticos, que habían ganado relevancia en años recientes.
Una cadena productiva en tensión
El Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) detalla que esta reducción del consumo y la baja en exportaciones han generado un aumento en los stocks de yerba en secaderos. Esta acumulación se produce a pesar de un incremento en la cosecha, lo que agrava el problema de precios para los productores. La diferencia entre el precio de producción y el precio en góndola también refleja la crisis: actualmente, los productores solo reciben el 5,7% del precio de venta, la cifra más baja desde 2019.
La situación se ha complicado aún más debido a la importación de yerba mate de Paraguay y Brasil, facilitada por políticas gubernamentales que reducen impuestos para productos de primera necesidad. Las importaciones crecieron un 149% en comparación al mismo periodo del año pasado, impactando directamente a los productores argentinos. CEPA señala que el costo de la yerba importada resulta más económico para los industriales, quienes ahora pueden pagar menos por la producción local, ampliando los plazos de pago y generando un impacto negativo en el sector.
Consecuencias y respuesta de los productores
Frente a esta situación, los productores de yerba planean organizar una protesta en la estación Constitución, con un “feriazo” de 20 mil kilos de frutas y verduras, para visibilizar su problemática y el impacto de las importaciones.
En conclusión, la caída en el consumo y exportación de yerba mate revela no solo la gravedad de la crisis económica en Argentina, sino también el desafío que enfrentan los sectores productivos tradicionales. Este golpe a la industria de la yerba mate pone en evidencia la urgencia de medidas que resguarden a los productores locales y preserven este ícono de la cultura argentina.