El debate sobre las privatizaciones: las empresas públicas en la mira del Gobierno
Bajo la gestión de Javier Milei, se ha impulsado un plan de privatización que argumenta una presunta ineficiencia de las empresas públicas. Sin embargo, los datos muestran una realidad compleja y el impacto de estas decisiones genera divisiones en la sociedad.
La administración de Javier Milei ha propuesto la privatización de varias empresas públicas en Argentina, afirmando que sus finanzas requieren del sostenimiento estatal y representan un gasto ineficiente. No obstante, informes recientes cuestionan esta postura, sugiriendo que la mayoría de estas empresas eran rentables antes de su gestión y resaltan las consecuencias de esta política para el desarrollo nacional.
Un informe de OCIPEx (Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior) revela que, de las 32 empresas públicas que reportan al Presupuesto Nacional, 21 presentaron superávit en 2023, una cifra que disminuyó a 12 en el primer trimestre de 2024 bajo la administración de Milei. Este cambio coincide con medidas gubernamentales que, según expertos, han recortado presupuestos, contratos clave y líneas de negocio, afectando los ingresos de dichas empresas.
Entre las empresas mencionadas en el plan de privatización se encuentran entidades emblemáticas como ENARSA, YCRT, AR-SAT, y Aerolíneas Argentinas. La venta o liquidación de estos activos estratégicos suscita preocupaciones en torno a la calidad del servicio público y el acceso equitativo a recursos esenciales. La quita de contratos a AR-SAT para proveer Internet a más de 42 mil escuelas es un ejemplo reciente, afectando un proyecto que, según expertos, tenía un gran valor para el desarrollo digital del país.
Asimismo, la caída en la facturación de empresas públicas como Aerolíneas Argentinas y Tandanor, que registraron pérdidas del 28% y 58% respectivamente, se percibe como un efecto directo de políticas que buscan justificar la privatización. Otros casos, como AySA y Trenes Argentinos, experimentaron alzas en sus ingresos debido al aumento de tarifas, lo cual representa un costo directo para los usuarios.