Fin de la soberanía: La Casa de la Moneda suspende la impresión de billetes y enfrenta su mayor crisis

El Banco Central de la República Argentina rescindió los contratos de impresión de billetes de $1000 y $2000, afectando gravemente a la Casa de la Moneda y poniendo en jaque el rol del Estado en la gestión de su propia moneda.

En una decisión que impacta directamente en la autonomía económica del país, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha ordenado la suspensión de los contratos de impresión de billetes en la Casa de la Moneda. Esta medida, sumada al debilitamiento gradual de la entidad estatal, ha generado protestas entre sus trabajadores y alimenta el debate sobre la pérdida de soberanía en la fabricación de la moneda nacional. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ya ha manifestado su preocupación, señalando que esta situación podría ser el comienzo de un desmantelamiento de la Casa de la Moneda.

El Gerente General de la Casa de la Moneda anunció oficialmente que se interrumpirá la impresión de billetes, una decisión que, según fuentes sindicales, marca el punto álgido de una serie de políticas que han ido debilitando a esta institución estatal. Desde hace tiempo, los trabajadores de la Casa de la Moneda vienen denunciando la paralización de obras, la falta de mantenimiento y la falta de contratos que garanticen la continuidad en la impresión de billetes.

Recientemente, los empleados realizaron un abrazo simbólico a las instalaciones, alertando sobre el deterioro de las condiciones de trabajo y la posible tercerización de la producción de billetes en el exterior. En un comunicado, ATE expresó su preocupación sobre los contratos vigentes y denunció la falta de nuevos pedidos nacionales, lo cual lleva a una dependencia de la importación de billetes, lo que implica un alto costo para las reservas del Banco Central. “La interrupción en la impresión de billetes nos deja la sensación de que se está buscando una solución simplista a la inflación y otros problemas económicos, mientras que la deuda pública se sigue acumulando”, señala el comunicado.

A la problemática de la falta de contratos se suma el cierre del Jardín de Infantes “La Monedita”, que hasta hace poco prestaba servicios a los hijos de los empleados. Esta medida, argumentada por supuestos costos altos, ha sido recibida como una muestra más de un posible vaciamiento de la institución. Desde ATE sugirieron que el jardín podría haber permanecido abierto al público general para compartir los costos operativos, en lugar de cerrar definitivamente sus puertas.

La crisis en la Casa de la Moneda plantea interrogantes sobre el rumbo económico y la capacidad del Estado de preservar una autonomía financiera. Mientras el país recurre a la importación de billetes, las nuevas políticas del BCRA llevan a muchos a cuestionarse si este es el fin de una de las instituciones que simbolizan la independencia monetaria nacional. Los trabajadores temen que el desmantelamiento de la Casa de la Moneda no sea solo un recorte, sino un paso más hacia la pérdida de soberanía.