El asado, un lujo cada vez más inaccesible: el consumo se desploma mientras los precios suben más que la inflación

El precio del asado en Argentina ha subido más del 120% en lo que va de 2024, superando la inflación general. Esto ha provocado una caída del consumo de carne per cápita del 12,3%, reflejando el impacto de la crisis económica en la mesa de los argentinos.

El asado, uno de los íconos más representativos de la gastronomía argentina, se ha convertido en un lujo que muchos ya no pueden costear. En lo que va de 2024, los precios de los cortes de carne han aumentado cerca de un 120%, cifra que supera el índice de inflación general del 101,6% registrado en el mismo periodo. La escalada de precios no solo afecta a los cortes más populares, sino también a productos básicos en la alimentación diaria de las familias argentinas, lo que ha provocado un marcado descenso en el consumo de carne.

Un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revela que, aunque en el último mes los precios de la carne han mostrado una desaceleración, el incremento promedio en lo que va del año es del 119,3%. Esto significa que los consumidores enfrentan subas cada vez más difíciles de absorber. En algunos cortes tradicionales del asado, como el osobuco, el incremento ha sido del 169%, mientras que la picada especial aumentó un 158%. Otros cortes como la tapa de asado y la tapa de nalga subieron un 157% y 154%, respectivamente.

El impacto no se limita solo a la carne vacuna. El pollo, que suele considerarse una opción más económica, ha registrado un aumento interanual del 200%, exacerbando aún más la situación para las familias que buscan alternativas más asequibles para sus comidas.

A pesar de que el incremento en los precios de la carne se mantiene por debajo del índice inflacionario general del país, que alcanzó un 209% en los últimos 12 meses, el poder adquisitivo de los argentinos se ha visto fuertemente afectado. Esto ha llevado a una caída significativa en el consumo promedio de carne por habitante, que en 2024 se ha reducido un 12,3% en comparación con el mismo periodo del año anterior, situándose en 46,8 kilos por persona.

El informe del CEPA también pone de manifiesto que, aunque los precios se han moderado en las últimas semanas, los alimentos en general siguen aumentando. Un reporte de la consultora LCG destaca que, en la última semana de octubre, los precios de los alimentos subieron un 1,7%, superando los registros de las semanas anteriores, cuando incluso se había observado una leve deflación en algunos productos.

Entre los alimentos que más han subido, las frutas lideran con un incremento del 5,7%, seguidas por los lácteos y los huevos, que aumentaron un 4,6%. Las bebidas e infusiones también mostraron una suba del 4,2%. Estas alzas han empujado el promedio mensual de incremento en alimentos al 2,3%, sugiriendo que la inflación de octubre podría ubicarse en torno al 3%.