Crisis económica: los argentinos priorizan sobrevivir y ajustan sus gastos en ocio, ropa y alimentación

Una encuesta revela cómo los ciudadanos han recortado sus gastos debido a la inflación y el aumento del costo de vida. Comidas fuera de casa, salidas culturales y compras de ropa lideran la lista de ajustes.

La crisis económica en Argentina ha llevado a la mayoría de sus ciudadanos a realizar ajustes drásticos en su consumo. A pesar de que el índice de inflación mostró una leve desaceleración en septiembre, los argentinos continúan enfrentando serias dificultades para llegar a fin de mes. Una encuesta reciente realizada por la consultora Sentimientos Públicos, a cargo del sociólogo Hernán Vanoli, reveló cuáles son los gastos que más se han recortado en los hogares argentinos.

La encuesta, que consultó a 2.500 personas de diferentes regiones del país, muestra que las salidas a comer fuera de casa encabezan la lista de sacrificios. Un 65% de los encuestados reconoció que reducir las cenas y almuerzos en restaurantes ha sido la primera medida que tomaron para ajustar su presupuesto. Este dato no sorprende si se tiene en cuenta que, por ejemplo, un asado puede costar alrededor de 30 mil pesos por persona, sin contar las bebidas, entradas o postre.

En segundo lugar, el entretenimiento cultural, como salidas al cine o teatro, ha sido otra de las áreas afectadas por la crisis. El 60% de los participantes señaló que ha recortado este tipo de actividades. Los precios de las entradas, que van desde los 7 mil pesos en el cine hasta 25 mil en el teatro, han hecho que estos espacios se vuelvan inaccesibles para muchos.

El impacto en el consumo también se ve reflejado en la compra de ropa y calzado. Un 58% de los encuestados admitió que ha disminuido sus compras en este rubro, y no es para menos, ya que según los datos del INDEC, la indumentaria y el calzado sufrieron un incremento del 6% en septiembre. Este ajuste ha impulsado el crecimiento de las ferias de ropa usada y la demanda de talleres de reparación de calzado y vestimenta.

El turismo, que también ha sido un sector golpeado por la inflación, no escapa a los recortes. Un 57% de los argentinos confesó que dejó de viajar, incluso en temporadas altas como el verano pasado, donde la ocupación hotelera no superó el 50%.

Además de estos ajustes, otros gastos que han sido recortados incluyen los viajes en taxis y aplicaciones, que fueron eliminados por un 44% de los encuestados. El 38% redujo la compra de carne, y el 34% dejó de pagar plataformas de streaming.