Fuerte caída en las ventas mayoristas: el peor mes desde 2019

Las ventas en supermercados, shoppings y mayoristas sufrieron una caída significativa en julio, con una baja del 17,1% interanual. La recesión y la contracción del consumo afectan a todos los sectores.

El mes de julio trajo consigo un marcado descenso en las ventas de supermercados, shoppings y autoservicios mayoristas, alcanzando niveles no vistos desde 2019. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las ventas en los autoservicios mayoristas cayeron un 17,1% en comparación con julio del año anterior. Este dato refleja una desaceleración en el consumo, exacerbada por la inflación y el bajo poder adquisitivo de los salarios.

Un cambio en el comportamiento de consumo

El analista económico Damián Di Pace explicó que una de las principales razones de esta caída es la elevada base de comparación con el año anterior. «En 2022, en un contexto inflacionario descontrolado, stockearse era una opción rentable», comentó Di Pace en diálogo con Ámbito. “Hace un año, el stockeo le ganaba al plazo fijo y a otros tipos de inversión. Hoy, esa lógica ya no aplica; es probable que un producto que compres ahora esté en descuento el próximo mes, dado que el consumo masivo sigue en baja”.

Además de la comparación interanual, en términos mensuales, la contracción fue del 1%, lo que significó el octavo registro negativo en los últimos nueve meses. Este desplome en las ventas a precios constantes alcanzó mínimos históricos, incluso en comparación con el periodo previo a la pandemia de Covid-19.

Impacto en los salarios y los cambios en los hábitos de consumo

La situación de los salarios reales sigue siendo un factor clave para entender la caída del consumo. A pesar de algunas mejoras recientes, especialmente para los trabajadores formales del sector privado, los ingresos no alcanzan a cubrir los costos crecientes de la canasta básica y otros bienes de consumo masivo.

Di Pace también señaló que los cambios en los precios relativos, impulsados por las políticas económicas del Gobierno, han hecho que los consumidores destinen una mayor parte de sus ingresos al pago de servicios, en detrimento de la compra de bienes. Este desvío de recursos hacia los gastos esenciales ha profundizado la recesión en sectores que dependen del consumo masivo, como los autoservicios mayoristas y los supermercados.

Un futuro incierto para el comercio mayorista

Con la inflación sin freno y el poder adquisitivo de la población en declive, el panorama para los próximos meses sigue siendo incierto. La recesión actual afecta tanto a grandes cadenas como a pequeños comercios, que deberán adaptarse a un contexto cada vez más desafiante.

El consumo masivo continúa en declive, y las estrategias que antes resultaban efectivas para enfrentar la inflación parecen haberse agotado. Los próximos meses serán cruciales para definir si el mercado podrá recuperarse o si la tendencia a la baja persistirá.