IOMA endurece su postura y cuestiona el accionar de FEMEBA tras el anuncio de un nuevo paro

La tensión entre IOMA y FEMEBA escala luego de la ruptura del convenio en Junín, con críticas hacia la Federación por su falta de compromiso para resolver irregularidades y priorizar intereses gremiales.

La relación entre el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) y la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (FEMEBA) ha alcanzado un nuevo punto crítico. Tras la decisión de IOMA de rescindir el convenio con FEMEBA en la Región Junín, debido a serias irregularidades y cobros indebidos, la Federación respondió con un paro de 48 horas en toda la provincia, fijado para el 12 y 13 de septiembre.

El presidente de IOMA, Homero Giles, dejó abierta la posibilidad de extender la ruptura del convenio a toda la provincia, argumentando que las medidas adoptadas buscan garantizar una atención médica transparente y sin intermediarios que obstaculicen la relación directa con los profesionales. “Las principales clínicas de Junín ya están brindando servicios a nuestros afiliados sin problemas, demostrando que la intermediación de FEMEBA no es indispensable”, afirmó Giles, subrayando que IOMA está negociando nuevos acuerdos con médicos y asociaciones locales para mejorar la calidad de los servicios.

FEMEBA, en su respuesta, ha optado por intensificar el conflicto en lugar de buscar soluciones constructivas, acusando a IOMA de precarizar el trabajo médico. Sin embargo, la postura adoptada por la Federación refleja una clara falta de voluntad para enfrentar las irregularidades denunciadas, priorizando sus intereses corporativos sobre el bienestar de los afiliados. A pesar de que se discutieron propuestas para resolver los problemas de cobros indebidos y deficiencias en la atención, FEMEBA eligió el camino del paro, poniendo en riesgo la salud de miles de pacientes.

La actitud de FEMEBA muestra una resistencia a la rendición de cuentas y una preferencia por medidas de presión que complican aún más la situación. En lugar de trabajar en conjunto con IOMA para mejorar el sistema, la Federación parece más interesada en defender su posición de poder y proteger prácticas cuestionables que han perjudicado tanto a los afiliados como a los profesionales.

Giles fue claro al destacar que la continuidad de la situación depende de la disposición de FEMEBA para corregir las falencias detectadas: “Nosotros tenemos la responsabilidad de asegurar una atención de calidad para nuestros afiliados. Si la Federación no está dispuesta a cooperar, avanzaremos sin ellos”. Esta firmeza de IOMA apunta a una gestión más directa y eficiente, eliminando barreras que han complicado la relación con los usuarios y afectado la transparencia en los servicios prestados.

La crisis entre IOMA y FEMEBA es un reflejo de la necesidad urgente de reestructurar las dinámicas de poder en el sistema de salud provincial, priorizando la calidad y accesibilidad de los servicios para los pacientes sobre cualquier otro interés.