La caída de las ventas en la industria editorial supera el 30% y los libreros auguran un negro futuro para lo que queda del año
La devaluación y el aumento de costos han golpeado duramente al sector editorial, provocando una caída significativa en las ventas y un panorama sombrío para los próximos meses.
La industria editorial atraviesa una de sus peores crisis en años. Tras la fuerte devaluación de diciembre pasado, el sector ha enfrentado un incremento del 55% en el costo del papel, lo que, sumado a la retracción del consumo, ha dejado un saldo preocupante: las ventas han caído más del 30%, y las perspectivas para lo que queda del año no son alentadoras.
El impacto de la devaluación se sintió con fuerza en la industria editorial argentina, un sector que ya venía enfrentando dificultades. El aumento desmesurado en los costos del papel, junto con la caída del poder adquisitivo de la población, ha llevado a que uno de cada tres libros que se vendían el año pasado permanezca hoy en las estanterías.
Juan Manuel Pampín, presidente de la Cámara Argentina del Libro, expresó su preocupación por la situación, destacando que el precio del papel subió un 55% desde diciembre, complicando aún más la producción editorial. «El tema de las ventas en el primer semestre sigue siendo complicado. En general, se habla de un poco más de un 30% menos de venta, tanto en librerías como editoriales», señaló José «Perico» Pérez, titular de la librería HomoSapiens e integrante del consejo directivo de la Cámara Argentina del Libro.
Las librerías, aunque han intentado sortear la crisis mediante la organización de eventos, presentaciones y promociones, no han logrado evitar la caída en las ventas. Pérez subraya que el libro, considerado un bien suntuoso, ha sido uno de los primeros en verse afectado por la baja en el consumo. «La baja del poder adquisitivo ha tenido como consecuencia una retracción en el consumo de bienes suntuosos, como los libros», afirmó.
Otro factor que agrava la situación es la monopolización de la producción de papel en el país. Las empresas Ledesma y Celulosa, que controlan la fabricación del papel de obra de 80 gramos, han mantenido un aumento de precios que supera la inflación, lo que ha generado un reclamo constante por parte de los libreros y editores.
Un informe reciente de la Cámara Argentina del Libro muestra que la producción editorial en 2023 sufrió una retracción del 7,01% en comparación con el año anterior, alcanzando niveles similares a los de 2019. La disminución en la cantidad de títulos publicados refleja las dificultades que enfrenta el sector para mantenerse operativo en un contexto económico adverso.
Las perspectivas para lo que queda del año no son alentadoras. José Pérez, con su experiencia en el sector, es pesimista: «En lo que resta del año no creo que cambie mucho, creo que el panorama va a seguir igual. Espero que no empeore». El futuro de la industria editorial se vislumbra incierto, con pocas señales de mejora a corto plazo, lo que plantea un desafío considerable para los actores de este mercado.