Alarma por la situación de la primera infancia: falta de cobertura de salud y carencias básicas en argentina

Un informe de la Universidad Austral revela que casi la mitad de los niños menores de cuatro años en Argentina carecen de cobertura de salud y enfrentan graves carencias en vivienda, educación y servicios básicos.

La Universidad Austral, a través de su Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad, ha dado a conocer un informe alarmante sobre la situación de la primera infancia en Argentina. Según este estudio, casi la mitad de los niños menores de cuatro años no cuentan con cobertura de salud y enfrentan severas carencias en aspectos fundamentales como vivienda, educación y acceso a servicios básicos.

El estudio, que se basa en datos recopilados durante el cuarto trimestre de 2023, proporciona un análisis detallado de las condiciones en que viven estos niños. Según el informe, el 46,3% de los menores en esta franja etaria no tienen acceso a una obra social, prepaga o mutual, lo que los obliga a depender exclusivamente del sistema público de salud o de servicios de emergencia.

Las cifras revelan una realidad preocupante en términos de condiciones habitacionales. Un significativo 30% de estos niños vive en hogares con techos y pisos construidos con materiales de baja calidad, como ladrillos, chapas o barro, y uno de cada cinco niños vive en condiciones de hacinamiento. Estas situaciones afectan gravemente su desarrollo y bienestar.

El acceso a servicios básicos esenciales también es limitado. El informe indica que un 18,6% de los niños menores de cuatro años viven en hogares sin acceso a agua potable, más de la mitad no tiene conexión a la red de gas, y un 40,1% carece de desagües cloacales. Esto significa que seis de cada diez niños sufren al menos una carencia en cuanto a servicios básicos, lo que los coloca en una situación de extrema vulnerabilidad.

En el ámbito educativo, el informe destaca que un tercio de los niños de entre tres y cuatro años nunca ha asistido a un jardín de infantes. Entre aquellos que sí asisten, el 55,7% lo hace durante solo cuatro horas diarias, y el 70% acude a establecimientos públicos. Esto sugiere una falta de acceso a opciones educativas privadas o de jornada completa, limitando así su desarrollo cognitivo y social.

El acceso a la salud es otro aspecto crítico. Casi uno de cada diez niños no visitó a un médico durante todo el año 2023, y la mitad de los menores de cuatro años no recibió atención odontológica. Además, el 70% no realizó controles oftalmológicos, lo que pone en riesgo su salud y desarrollo integral.

El informe de la Universidad Austral expone una realidad que no puede ser ignorada: los niños más pequeños en Argentina están en una situación de vulnerabilidad extrema. La falta de acceso a servicios básicos, salud y educación compromete su desarrollo y perpetúa un ciclo de pobreza y desigualdad. Es imperativo que las políticas públicas se enfoquen en la primera infancia, invirtiendo en mejoras significativas para asegurar un entorno seguro y saludable para todos los niños del país. Garantizar la protección y el desarrollo integral de los más vulnerables no solo es un deber moral, sino también una inversión esencial para un futuro más equitativo y próspero en Argentina.