Deuda pública y cepo cambiario: el desafío económico del gobierno en lo que resta del año

El Gobierno nacional se enfrenta a un desafío económico crítico: la renovación de vencimientos de deuda en pesos por un total superior a $34 billones de aquí a fin de año. Este panorama, combinado con la incertidumbre del mercado y las reservas netas negativas, pone en jaque la continuidad del cepo cambiario, una medida que sigue siendo esencial para la estabilidad financiera en el corto plazo.

Este lunes, el Ministerio de Economía anunciará las condiciones para la primera licitación de deuda en pesos de agosto, en la cual deberá renovar compromisos por más de $1,2 billones. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, hacia fin de mes, se realizará una nueva subasta con vencimientos que alcanzan los $4 billones. Esta situación se da en un contexto donde la deuda del Tesoro ha crecido significativamente, especialmente tras la migración de pasivos desde el Banco Central.

En este marco, los analistas subrayan que, más allá del deterioro de las reservas netas —actualmente en torno a los u$s6.000 millones negativos—, el verdadero desafío radica en el manejo de la deuda en pesos del Tesoro. El equipo económico, liderado por el ministro de Economía, ha optado por eliminar los pasivos remunerados del Banco Central, reemplazándolos por deuda del Tesoro, lo que ha llevado a una mayor concentración de vencimientos de corto plazo.

Entre agosto y diciembre, el Gobierno deberá enfrentar vencimientos por $34,7 billones, de los cuales $33,2 billones están en manos del sector privado, principalmente bancos. Según la consultora Eco Go, dirigida por Marina Dal Poggetto, esta cifra representa un 5% del PBI, lo que equivale a diez veces el superávit primario proyectado por el Gobierno para este año. A este panorama se suman los vencimientos en dólares, que incrementan aún más la presión sobre el programa financiero.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno para consolidar la estabilidad fiscal, la alta concentración de deuda en pesos y la incertidumbre en torno a la eliminación del cepo cambiario complican el escenario económico. Eco Go advierte que, aunque la consolidación fiscal es una prioridad, no es suficiente para asegurar la desaparición de la dominancia fiscal. Sin un programa financiero sólido que permita refinanciar los vencimientos sin depender del cepo, el riesgo país podría mantenerse elevado, dificultando aún más la situación.