Economías regionales en alerta: crisis por baja demanda, altos costos y precios estancados

Un informe de Coninagro revela que 12 de las 19 economías regionales relevadas están en crisis, con precios que no logran seguir el ritmo de la inflación y altos costos de producción, lo que pone en jaque al sector.

Las economías regionales argentinas atraviesan un momento crítico, con 12 de los 19 sectores relevados en julio mostrando signos alarmantes de retroceso. El informe «Semáforo de las Economías Regionales» de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) evidencia una preocupante combinación de baja demanda, costos elevados y precios que no logran seguir el ritmo inflacionario, afectando a gran parte del sector agropecuario del país.

Según el estudio de Coninagro, solamente tres economías regionales –arroz, tabaco y hortalizas– mostraron un desempeño positivo en julio, con precios que resultaron atractivos para los productores. Estas actividades se ubicaron en la categoría verde del semáforo, indicando un escenario favorable en medio de un panorama general complejo.

Por otro lado, cuatro sectores se posicionaron en la categoría amarilla, que indica incertidumbre. Estas economías, que incluyen al algodón, las aves, los bovinos y el maní, enfrentan desafíos que podrían complicar su estabilidad a corto plazo, aunque aún mantienen cierto margen de maniobra en su esquema de precios y costos.

Sin embargo, la situación es mucho más preocupante para las 12 economías regionales que se encuentran en la categoría roja. Entre ellas, destacan las producciones de cítricos dulces, leche, peras y manzanas, porcinos, vino y yerba mate. Estos sectores sufren una combinación letal de baja demanda, costos de producción en aumento y precios estancados, lo que coloca a los productores en una situación insostenible. Por ejemplo, la producción lechera acumula más de un año en números rojos, con una caída significativa en los litros producidos por tambo en términos interanuales, a pesar de un leve crecimiento en la exportación.

El informe también resalta que, en muchos casos, los precios internos no logran compensar la inflación, y las exportaciones, que podrían ser una válvula de escape, se encuentran estancadas o con problemas de competitividad en los mercados internacionales. Este es el caso del sector forestal, donde la demanda tanto en la construcción como en la exportación se ha visto reducida, manteniendo al sector en la zona roja del semáforo.

Coninagro advierte que la tendencia a futuro es incierta, y la falta de señales de mejora en la mayoría de las economías regionales podría agravar la crisis. Los sectores que han logrado mantenerse en zonas amarillas y verdes lo han hecho, en gran medida, gracias a factores específicos y temporales, lo que no garantiza su estabilidad a largo plazo.

La situación crítica de las economías regionales en Argentina requiere de una intervención urgente para evitar que la crisis se profundice. Con costos en alza, demanda debilitada y precios que no acompañan la inflación, la viabilidad de muchas producciones está en riesgo, lo que podría tener un impacto devastador en el sector agroindustrial del país. La necesidad de políticas que alivien la carga de los productores y promuevan una recuperación sostenible se vuelve imperativa en este contexto de alta volatilidad y desafíos económicos.