Crece el cyberbullying en las escuelas: redes sociales como arma de difamación

El aumento de cuentas en redes sociales dedicadas a difundir rumores y exposiciones íntimas de estudiantes genera preocupación en el ámbito educativo. Instituciones y familias buscan estrategias para enfrentar esta problemática en auge.

El fenómeno del cyberbullying se intensifica en las escuelas argentinas. A través de cuentas en redes sociales como Instagram, cada vez más estudiantes difunden rumores e intimidades de compañeros, creando un ambiente de hostigamiento y exposición. Este comportamiento, que empezó como una tendencia aislada, se ha convertido en una problemática que atraviesa a la mayoría de las instituciones educativas del país.

El cyberbullying en las escuelas ha alcanzado niveles preocupantes, con cuentas en redes sociales manejadas por estudiantes que difunden rumores e intimidades de sus compañeros. Estas cuentas, con nombres como “Confesiones de escuela X” o “Chismes de escuela Z”, invitan a los estudiantes a enviar por mensaje directo chismes que luego son publicados sin verificar su veracidad ni medir la exposición de los nombres involucrados.

Marisa Pieroni, Directora General y Representante Legal del Colegio San Ignacio de Loyola en Berazategui, explica que el fenómeno se presenta sobre todo en los primeros meses del ciclo lectivo, afectando principalmente a alumnos que están por terminar la primaria o que recién comienzan la secundaria. «Nosotros, por año, hacemos cerrar al menos dos cuentas de esas. Las crean, las descubrimos, hacemos que las cierren, pero surgen otras al año siguiente. Si no descubrimos al alumno que las maneja, las denunciamos y generalmente se las cierran después», comentó Pieroni.

Según Pieroni, las publicaciones en estas cuentas a veces tratan cuestiones triviales, como amoríos adolescentes, pero en otras ocasiones exponen asuntos más delicados, incluyendo relaciones sexuales, y exponen la intimidad de los estudiantes más vulnerables. En algunos casos, las acusaciones incluso involucran a docentes y directivos de la institución.

La tendencia se ha esparcido y casi todas las escuelas tienen alguna cuenta de Instagram administrada por sus propios alumnos, encargada de difundir chismes que vulneran la privacidad de sus compañeros. Como respuesta, muchas instituciones ya han tomado cartas en el asunto, haciendo un trabajo transversal y fortaleciendo la alianza escuela-familia para disolver esta problemática.

Abordaje transversal

La forma de encarar el bullying a través de redes sociales, conocido como cyberbullying, se enmarca dentro del Ideario de cada Institución, con los valores que lo sustentan y sus principios. También se encuentra en los fundamentos de la Ley Nacional y la Ley Provincial de Educación Sexual Integral, que promueven en todo momento el respeto por la diversidad.

Las redes sociales interpelan a las instituciones educativas, llevando a la escuela cuestiones que suceden afuera. Las burlas, difamaciones y chismes que pretenden ridiculizar traspasan el horario escolar y tienen incidencia directa en la dinámica diaria de los colegios, que deben accionar distintas estrategias para armonizar la convivencia.

«Nosotros trabajamos de manera preventiva en materias como Construcción de la Ciudadanía, en lo que respecta al uso responsable de las redes sociales, el cuidado que implica no brindar información a extraños y el respeto por las cuestiones personales que no deben ser publicadas. En la representación de sí mismo que tiene cada adolescente, es muy importante la mirada del otro. Lógicamente eso influye en la relación que pueden construir con los demás», explicó Yésica Martín, Referente de ESI en el Colegio San Ignacio de Loyola.

Sugerencias para su abordaje

Desde la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de Buenos Aires (AIEPBA) se ofrece una guía para abordar la problemática del cyberbullying y desactivar los conflictos que pueden escalar en la escuela. Algunas de las sugerencias incluyen:

  1. Denunciar y cerrar las cuentas: Pedir a los alumnos que dejen de seguir y denuncien estas cuentas de manera colectiva, además de intentar identificar a los responsables.
  2. Involucrar activamente a los estudiantes: Crear espacios como talleres o un Consejo de Alumnos donde puedan discutir y reflexionar sobre el uso responsable de las redes sociales y los riesgos y daños que causan las difamaciones en el entorno digital.
  3. Hacer un abordaje transversal: Promover un ambiente de compañerismo y solidaridad en el que todos se sientan seguros y respetados e internalicen la necesidad del uso responsable de las redes sociales.
  4. Fomentar la alianza escuela-familia: Promover acciones para desarrollar el vínculo con los padres, permitiendo abordar conjuntamente el cyberbullying y realizar actividades de concientización y reflexión.
  5. Elaborar y hacer firmar Acuerdos de Convivencia: Incluir compromisos explícitos contra el cyberbullying y la difamación a través de redes sociales.

El cyberbullying es una problemática que crece con el uso de las redes sociales, afectando la convivencia y la salud emocional de los estudiantes. La colaboración entre instituciones educativas y familias es crucial para enfrentar y mitigar los efectos de esta forma de acoso, promoviendo un ambiente escolar más seguro y respetuoso.