Milei batió un récord: el consumo acumula cinco meses consecutivos de caída
El gasto en supermercados cayó un 10% en mayo y se prevé que junio y julio mantengan la misma tendencia. La situación se agrava en el interior del país debido al cese de la obra pública ordenado por el gobierno. Las empresas de alimentos recurren a estrategias desesperadas para intentar incentivar las ventas.
En un contexto económico desafiante, el consumo en supermercados ha registrado una caída constante durante los primeros cinco meses de 2024, alcanzando un descenso del 10% en mayo. Esta situación se ha visto exacerbada por la decisión del gobierno de Javier Milei de cesar la obra pública, afectando severamente el consumo en el interior del país más que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Los fabricantes de alimentos, desesperados por la caída en las ventas, han comenzado a rematar productos y a utilizar promotoras para regalar productos con el fin de estimular la demanda.
El derrumbe de los ingresos, la estabilización de precios en niveles altos tras la devaluación y la liberación simultánea de todos los precios de la economía han creado un escenario sin precedentes en el consumo masivo. Los supermercados, tanto grandes como pequeños, enfrentan un nuevo récord negativo bajo la administración de Javier Milei. En cinco de los seis meses de su gestión, el gasto en supermercados ha disminuido, con una caída del 10% en mayo, según mediciones privadas. En abril, las cifras del INDEC indicaron que las ventas en supermercados cayeron un 17,6% y en los mayoristas un 21,2%.
La situación es particularmente crítica en el interior del país, donde la reducción del consumo masivo es tres veces mayor que en el AMBA debido al cese de la obra pública. Los supermercados han recurrido a medidas desesperadas para intentar impulsar las ventas. Promociones de descuento del 50% y 80% en la segunda unidad, ofertas de 3×2 y degustaciones de productos son ahora comunes en un intento por atraer a los consumidores. Por ejemplo, los jugos para diluir en sobre, que no se venden, se están rematando con estas promociones.
Las promotoras, con stands en los supermercados, están regalando productos y ofreciendo degustaciones para intentar incentivar la demanda. «Están repartiendo galletitas untadas con paté, imaginate», relató un representante del sector retail. Esta táctica resalta la desesperación de las empresas por vender, algo que no se veía cuando las ventas eran altas y no era necesario invertir en promociones o publicidad.
El CEO de un supermercado extranjero expresó su preocupación: «Nunca ocurrió esto». Añadió que la primera semana de junio continuó con fuertes caídas en las compras y que no se espera una recuperación en julio. Esta tendencia negativa es una pesadilla para los dueños de empresas de alimentos y los ejecutivos de los supermercados, quienes ven cómo los números muestran un año perdido con fuertes pérdidas, habiéndose alcanzado solo la mitad del 2024.
El último informe de la consultora Scentia, que mide con precisión los tickets de todo el país y de todos los canales de venta, reportó que en mayo el consumo masivo cayó 10 puntos. Este es el quinto mes consecutivo de baja, después de un incremento del 1,4% en diciembre y descensos de 3,6% en enero, 4% en febrero, 7,5% en marzo y 13,8% en abril. En los primeros cinco meses del año, la caída en el consumo ha sido del 7,8%, una situación sin precedentes ni siquiera en la crisis de 2001 o durante la pandemia de COVID-19.
En caída libre
El informe de Scentia muestra que la caída del consumo masivo en mayo fue especialmente severa en el interior del país, con una disminución del 13,9%, mientras que en el AMBA fue del 4,1%. Este impacto está relacionado con la menor obra pública, lo que reduce el número de obreros cerca de los centros de consumo. Además, el consumo en hipermercados cayó un 10,5% en mayo, mientras que en pequeños comercios y supermercados chinos disminuyó un 9,5%.
El análisis de Scentia revela que todos los rubros registraron caídas en ventas. Las bebidas con alcohol cayeron un 19,1% y las sin alcohol un 18,3%. Los productos perecederos descendieron un 20%, mientras que los productos de limpieza e higiene bajaron un 12,2%. Incluso los productos impulsivos, como golosinas y pilas, disminuyeron un 12,8%.
De cara al futuro, el panorama no es alentador. Se espera que el impacto del aumento de tarifas y la devolución del Impuesto a las Ganancias golpeen aún más el bolsillo de los consumidores, lo que resultará en menores ventas en el retail. «Hoy, para nosotros no hay futuro ni recuperación a la vista», concluyeron los empresarios del sector. La situación actual refleja una crisis de consumo sin precedentes, y la recuperación parece lejana en el horizonte.