Nuevas detenciones en el caso del empresario descuartizado: cae el encargado de embalar el cuerpo

El macabro asesinato de Fernando "Lechuga" Pérez Algaba suma dos nuevos detenidos, quienes habrían jugado roles cruciales en el crimen y posterior desmembramiento.

El brutal asesinato de Fernando “Lechuga” Pérez Algaba, cuyo cadáver fue encontrado en una valija en un arroyo de Ingeniero Budge, sigue conmocionando a la opinión pública. La reciente detención de dos sospechosos más arroja nueva luz sobre este oscuro caso que tiene múltiples implicaciones y protagonistas. El cuerpo de Pérez Algaba fue hallado el año pasado por unos niños, lo que desató una investigación que continúa revelando detalles estremecedores.

Las detenciones de Fernando Gastón Martín Carrizo, de 38 años, y Luis Alberto Contreras, de 34, marcan un avance significativo en la investigación. Carrizo fue aprehendido en Hurlingham, mientras que Contreras fue detenido en Ingeniero Budge, la misma localidad donde se encontró el cadáver. Ambos individuos fueron capturados por órdenes de la Cámara de Casación Penal bonaerense, a solicitud del fiscal Marcelo Domínguez, titular de la UFI Nº 5 Descentralizada de Esteban Echeverría.

Carrizo y Contreras se suman a una lista de detenidos que incluye a Maximiliano Pilepich, Nahuel Vargas, la escribana Flavia Bomrad, el comisario de la Policía de la Ciudad Horacio Córdoba y Blanca Cristaldo. Matías Gil, otro de los implicados, permanece prófugo. Los roles de cada uno en el asesinato de Pérez Algaba aún están siendo esclarecidos, pero se sabe que todos tuvieron participación en el crimen que se consumó en el campo “Renacer”, en General Rodríguez.

El asesinato de Pérez Algaba, un trader conocido en el ámbito empresarial, ocurrió entre las 18 horas del 18 de julio de 2023 y las 3 de la madrugada del 19 de julio. Se presume que fue asesinado en un predio en General Rodríguez, donde tenía socios en un emprendimiento inmobiliario. Pérez Algaba fue asesinado de dos tiros por la espalda, en un estado de total indefensión, antes de ser desmembrado y colocado en una valija.

La autopsia reveló que la víctima fue desmembrada post mortem y transportada a Lomas de Zamora. El macabro hallazgo del cadáver dentro de una valija en un arroyo agregó un grado de horror adicional al caso, que ya estaba marcado por la brutalidad de los hechos.

La motivación detrás del asesinato parece estar vinculada a deudas y disputas financieras. Pilepich y Vargas, socios de Pérez Algaba en el emprendimiento inmobiliario, le debían dinero, lo que los llevó a participar en el homicidio. La carátula del caso es por “homicidio triplemente calificado por concurso premeditado de dos o más personas, alevosía, codicia y uso de arma de fuego, en grado de coautores y partícipes secundarios, y falso testimonio y encubrimiento agravado”. Estos cargos podrían derivar en condenas de prisión perpetua para los involucrados.

El avance del caso ha sido seguido de cerca por la opinión pública y los medios de comunicación, dado el macabro detalle de los hechos y la cantidad de personas implicadas. Las detenciones de Carrizo y Contreras, ordenadas por la Cámara de Casación Penal bonaerense, reflejan la gravedad con la que se está llevando el proceso judicial. Ambos habían sido liberados previamente por la Cámara de Apelaciones, pero la nueva orden de detención indica un giro importante en la investigación.

El caso de Fernando “Lechuga” Pérez Algaba es un ejemplo trágico de cómo las disputas financieras pueden desencadenar actos de extrema violencia. La implicación de múltiples actores en el asesinato y desmembramiento de Pérez Algaba destaca la complejidad y brutalidad del crimen. A medida que se desarrolla el proceso judicial, se espera que salgan a la luz más detalles sobre los roles específicos de cada implicado y las motivaciones detrás de sus acciones.

La justicia tiene un papel crucial en el esclarecimiento total de este caso y en la imposición de las sanciones correspondientes a los responsables. La resolución del caso de Fernando Pérez Algaba será un testimonio de la capacidad del sistema judicial para manejar casos de alta complejidad y gravedad. Mientras tanto, la familia de Pérez Algaba y la sociedad en general esperan que se haga justicia, y que este trágico episodio sirva como un recordatorio de las consecuencias devastadoras de la violencia y la codicia.

 La justicia, última esperanza para una familia devastada

Con la detención de los últimos implicados y el continuo esfuerzo por llevar a todos los responsables ante la justicia, el cierre de este caso se vislumbra en el horizonte, brindando esperanza de justicia y cierre para los seres queridos de Pérez Algaba y la comunidad afectada por esta tragedia.