Economías regionales en crisis: el impacto de la desregulación y la baja demanda
Un informe reciente alerta sobre la "tormenta perfecta" que afecta al 80% de las economías regionales, señalando una combinación de baja producción, costos en aumento y un consumo deprimido. Además, preocupa el impacto de la Ley Bases en el desarrollo local.
A seis meses del inicio de la nueva gestión nacional, las economías regionales enfrentan un panorama crítico. Un informe privado revela que una combinación de aumento de costos, baja producción y demanda en declive ha puesto en crisis a la mayoría de los sectores productivos regionales. Este artículo explora los factores detrás de esta crisis y las perspectivas para el futuro inmediato.
La «Tormenta Perfecta» de las economías regionales
Las economías regionales argentinas atraviesan una situación alarmante. Según un informe de Coninagro, el 80% de estas economías está en crisis. Este «semáforo en rojo» incluye a 15 de los 19 sectores productivos monitoreados, entre ellos el porcino, el de la miel, y el de vino y mosto. Los problemas principales son el aumento de los costos, la baja en la producción y la caída de la demanda, tanto interna como externa.
Factores detrás de la crisis
- Aumento de Costos: Los costos de producción han aumentado a un ritmo superior al de la inflación. Insumos esenciales como transporte, logística, energía, arrendamientos, combustibles y repuestos de maquinaria han visto incrementos significativos. Estos aumentos no se han reflejado en los precios de venta, que han permanecido estancados o han crecido por debajo de la inflación.
- Baja Producción y Demanda: La producción se ha visto afectada por una recuperación insuficiente tras la sequía, con niveles de actividad y calidad por debajo de lo esperado. Además, la demanda, tanto interna como externa, ha disminuido, afectando la rentabilidad y la capacidad de inversión a largo plazo.
- Desregulación y Apertura Importadora: La Ley Bases y el DNU 70/2023, que permiten la importación y desregulación de precios, han exacerbado la situación. Estos cambios normativos han incentivado la sustitución de producción local por importaciones, desarticulando circuitos productivos y destruyendo conocimientos empresariales y operativos desarrollados durante décadas.
Impacto en sectores clave
Producción Porcina: Este sector ha pasado de estar en verde a rojo en pocos meses. El estancamiento de precios, el aumento de costos y la disminución del consumo han contribuido a esta situación.
Vino y Mosto: La producción de vino y mosto ha visto menores volúmenes y precios estancados. Los costos energéticos también son una preocupación significativa.
Miel: La producción de miel está en crisis debido a la baja producción, altos costos de combustible y demanda deprimida.
Otros Sectores Afectados: La producción de algodón, bovinos, cítricos dulces, forestal, granos, leche, mandioca, ovinos, papa, peras y manzanas, tabaco y yerba mate también se encuentra en una situación crítica. Todos estos sectores enfrentan problemas similares de altos costos, baja demanda y precios que no reflejan los aumentos en los costos de producción.
Perspectivas y proyecciones
Las proyecciones para el resto del año no son alentadoras. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ha indicado que, durante el primer cuatrimestre del año, todos los eslabones de las cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad debido a los fuertes incrementos de costos. La falta de demanda dificulta la generación de inversiones a largo plazo, lo que agrava la situación.
La brecha del productor a la góndola
Según el Índice de Precios en Origen y Destino de CAME, los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo a la góndola. Esto significa que los productores recibieron solo el 31,4% del precio final que pagaron los consumidores. Productos como el limón, la mandarina, la naranja, la pera y la carne de cerdo mostraron las mayores diferencias entre los precios de origen y destino, reflejando un desequilibrio en la cadena de valor.
Necesidad de soluciones integrales para la recuperación
La crisis de las economías regionales argentinas es un problema multifacético que requiere soluciones integrales. La combinación de altos costos, baja demanda y cambios normativos desfavorables ha creado una «tormenta perfecta» que amenaza la viabilidad de muchos sectores productivos. Es fundamental que se implementen políticas que apoyen a los productores locales, fomenten la demanda interna y promuevan la inversión en las economías regionales para revertir esta situación crítica. Solo a través de un enfoque coordinado y sostenible se podrá garantizar el desarrollo y la estabilidad de estas economías vitales para el país.