El costo de la vida: una familia necesita 3,5 salarios mínimos para no caer en la pobreza
El último informe del Indec revela que una familia tipo necesita más de $850.000 para no ser considerada pobre, mientras que la línea de la indigencia se ubica en $386.978 para el mismo grupo familiar. La inflación y el incremento de precios continúan impactando fuertemente en el poder adquisitivo de los argentinos.
La inflación en Argentina sigue afectando a las familias, que deben enfrentar una creciente dificultad para cubrir sus necesidades básicas. Según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores necesitó $851.351 en mayo para no caer en la pobreza, lo que equivale a 3,6 salarios mínimos. Además, la línea de la indigencia para este tipo de hogar se ubicó en $386.978, lo que representa un desafío aún mayor para las familias con ingresos más bajos.
El informe del Indec detalla que la Canasta Básica Total (CBT), que incluye alimentos, bienes y servicios esenciales, registró un aumento del 2,8% en mayo. Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que contempla únicamente los alimentos necesarios para una nutrición adecuada, tuvo una suba del 3,7%. En lo que va del año, estas canastas acumulan incrementos del 60,8% y 71,7% respectivamente, mientras que la variación interanual alcanzó el 290,7%.
Para un adulto promedio, la línea de la pobreza se estableció en $275.518, mientras que la indigencia se fijó en $125.235. Esta última cifra es particularmente preocupante, ya que un salario mínimo vital y móvil, establecido en $234.315,12, no es suficiente para que un adulto cubra la canasta básica total.
En términos familiares, un hogar de tres miembros necesitó $677.774 para no ser pobre y $308.079 para no caer en la indigencia. En el caso de una familia de cinco personas, los valores se disparan aún más, requiriendo $895.434 para mantenerse por encima de la línea de pobreza y $407.015 para evitar la indigencia.
Estos datos ponen de relieve la difícil situación económica que atraviesa el país, donde los ingresos no logran seguir el ritmo de los aumentos de precios. La inflación, que erosiona el poder adquisitivo, es un problema persistente que afecta a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los más vulnerables.
La realidad económica en Argentina plantea desafíos significativos para las familias que luchan por llegar a fin de mes. Con una inflación que sigue subiendo y un salario mínimo que no alcanza para cubrir las necesidades básicas, la situación demanda soluciones urgentes y efectivas. Mientras tanto, el costo de la vida continúa siendo una carga pesada para muchos hogares, subrayando la necesidad de políticas que protejan y fortalezcan el poder adquisitivo de los ciudadanos.