Revelación de la hijastra del ingeniero asesinado: Acceso a Whatsapp a través de una clave hallada
La hijastra de Roberto Wolfenson, ingeniero asesinado en La Delfina, Pilar, filma chats de Whatsapp clave para la investigación. Su silencio y tardanza en aportar pruebas desconciertan a la justicia.
El crimen del ingeniero Roberto Wolfenson, ocurrido en el exclusivo country La Delfina de Pilar, toma un giro inesperado con el revelador testimonio de su hijastra, B.T. La joven confiesa haber obtenido acceso a la computadora laboral de la víctima, donde halló conversaciones de Whatsapp cruciales, pero su demora en revelar este dato desconcierta a las autoridades.
B.T., hija de Graciela Orlandi, pareja de Wolfenson por 18 años, brinda su declaración cinco días después del trágico suceso. Además de afirmar la buena relación con su padrastro y la inexistencia de enemigos conocidos, la testigo revela haber ingresado a la notebook laboral del ingeniero después de que se descubriera su estrangulamiento. «El domingo logré encontrar una clave anotada, por lo cual procedí a ingresar a una de las notebooks de Roberto. Era la del trabajo, no la personal. Así pude observar en el interior que se hallaba el WhatsApp abierto del teléfono de Roberto. Lo que hice fue filmar lo que estaba viendo, es decir, los chats que tenía», relata B.T. al fiscal Germán Camafreitas, según informa Infobae.
Contradictoriamente, la hijastra opta por no entregar la notebook laboral de Wolfenson ni informar a la Justicia sobre su acceso una vez confirmado el crimen. En lugar de ello, mantiene en secreto la información hasta que, al utilizar la computadora, la policía es alertada y retira el dispositivo de la casa de Pilar.
Mientras tanto, los abogados de la querella, integrada por los hijos de Wolfenson de 38 y 36 años, solicitan citar a declarar a dos amigos del ingeniero, quienes podrían proporcionar detalles sobre sus últimas horas. Uno de ellos intentó contactar a Wolfenson el jueves previo al descubrimiento del cuerpo, sin embargo, ninguno de sus mensajes de Whatsapp aparecía como recibido.
El viernes 23 de febrero, día que se reveló el crimen inicialmente presentado como un infarto, el mismo amigo insistió en invitar a Wolfenson a una clase de gimnasia. La posterior confirmación de su asesinato mediante estrangulamiento con una tanza cambió radicalmente el enfoque del caso.
Los investigadores se esfuerzan por entender la dinámica de las relaciones de Wolfenson con su esposa, los hijos de esta, y los dos hijos de su primer matrimonio, quienes ahora son parte querellante en la investigación por el asesinato.
Se revela que los amigos visitaron a Wolfenson la semana anterior al crimen y tenían previsto regresar el sábado siguiente. Sin embargo, para entonces, la policía, la justicia y las cámaras de televisión ya habían puesto su atención en este intrigante caso.
El testimonio de B.T. arroja luz sobre un misterio que envuelve el asesinato de Wolfenson, sumando complejidad al caso. La demora en la entrega de pruebas y el silencio estratégico de la hijastra plantean incógnitas que las autoridades deberán resolver para desentrañar los secretos ocultos en este crimen que conmociona a La Delfina.