La Came advierte que la suba en los impuestos “inevitablemente” afectará al consumo
Los incrementos previstos de ingresos brutos e impuesto inmobiliario repercutirán en la actividad económica el año que viene, alertó el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, Fabián Tarrío.
Los aumentos previstos en el nuevo Pacto Fiscal en el gravamen a los ingresos brutos y en el impuesto inmobiliario, en el caso de prosperar, “inevitablemente” afectarán al consumo y a la actividad económica el año que viene, alertó el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Fabián Tarrío.
“Si prosperan las subas de ingresos brutos e impuesto inmobiliario, que se habilitan en el nuevo Consenso Fiscal, inevitablemente se van a resentir el consumo y la actividad económica del año próximo”, advirtió Tarrío, en un comunicado de prensa de Came.
En este sentido, la entidad consideró que “la ilusión de una reducción en la presión impositiva sobre las pymes podría durar muy poco: como las provincias resignaron recaudación en el reciente Pacto Fiscal firmado con la Nación, muchas analizan aumentos en los tributos de recaudación propia, especialmente ingresos brutos e inmobiliario”.
“La primera señal de alerta llegó desde Salta, que plantea elevar ingresos brutos al comercio desde la actual alícuota del 3,6% al 5% en 2018, y lo mismo en otros sectores como la construcción o la industria. Se trata de un impuesto distorsivo y regresivo que el Gobierno había convenido trabajar en su restricción”, agregó Came.
Sin embargo, consideró la entidad, “las puertas para que aumenten están completamente abiertas”. “En el capítulo III del nuevo Consenso Fiscal firmado a mediados del mes pasado se establecen topes máximos de alícuotas a los ingresos brutos que en el ramo comercio y servicios están muy por encima de las actuales y que frente a la falta de recursos, las provincias están comenzando a aprovechar”, añadió Came.
A modo de ejemplo, indicó: “En la sección ´Mayorista, Minorista y Reparaciones´ para 2018 no se establece tope y para los años siguientes un límite del 5%, que supera ampliamente al promedio de las tasas actuales (3%-3,5%)”.
“Para el sector ´Primario´ e ´Industrial´ se pone un tope del 2% disminuyendo gradualmente a 0% recién en el 2022. Una tasa de 2% supera lo que aplican muchas provincias (1,5%). Es el caso de Salta, donde la industria se grava con 1,5% y ahora se planea arrancar 2018 en 2%”, consignó.
En el comunicado divulgado a la prensa, Came señaló que “otro dato preocupante es lo que sucede con el impuesto inmobiliario, ya que el Consenso Fiscal establece que se adoptarán procedimientos y metodologías de valuación uniformes, establecidas por el organismo federal”.
“Las provincias asegurarán a la institución acceso a los registros catastrales y locales para que sea quien fije la nueva cotización y se determine un tope de entre el 0,5% y 2% del nuevo valor. En estas condiciones, el año 2018 encontrará a la población con más impuesto inmobiliario y a las pymes con más presión de ingresos brutos”, apuntó.
“Eso derivará inevitablemente en menos consumo, mayor costo de vida y menor actividad económica”, advirtió Came, que añadió que “ni las pymes ni la población tienen soporte para aguantar una mayor carga tributaria”.
Finalmente, remarcó que “la única solución de la Argentina es mejorar la competitividad y eso requiere medidas fiscales que acompañen y alienten” a las pequeñas y medianas industrias, de igual modo que al consumo en general.