Revocan el sobreseimiento del camionero que trasladó a María Cash y la investigación se profundiza

La Cámara Federal de Salta dejó sin efecto la resolución que beneficiaba a Héctor Romero, el último hombre en ver a la joven, al considerar que el cierre de la causa fue prematuro.

La búsqueda de justicia por la desaparición de María Cash ha dado un giro significativo. La Cámara Federal de Salta decidió revocar el sobreseimiento de Héctor David Romero, el camionero que fue la última persona en admitir contacto con la joven diseñadora antes de su rastro se perdiera definitivamente en julio de 2011. Con esta resolución, el tribunal de alzada ordenó profundizar la investigación, señalando que todavía no se ha alcanzado una «certeza negativa» que permita desvincular al sospechoso del destino de la víctima, cuyo paradero continúa siendo uno de los mayores enigmas criminales de Argentina.

Un cierre apresurado para un caso emblemático

Héctor Romero, de 71 años, se encontraba imputado bajo la sospecha de haber tenido una participación directa en la desaparición y presunto asesinato de la joven. María Cash tenía 29 años cuando fue vista por última vez el 8 de julio de 2011, haciendo dedo sobre la ruta nacional 34, en la provincia de Salta, con el objetivo de llegar a Jujuy. Fue allí donde Romero la recogió en su camión, trasladándola —según su testimonio— hasta una zona rural cercana.

A pesar de que el camionero había obtenido el sobreseimiento en mayo pasado, tras una serie de peritajes realizados por Gendarmería Nacional, la Cámara Federal consideró que dicha medida fue adoptada de forma «apresurada». El tribunal advirtió que no se agotaron las líneas investigativas ni se realizaron todas las diligencias necesarias para descartar la hipótesis acusatoria de manera concluyente, lo que obligó a reabrir el proceso judicial contra el transportista.

Nuevas medidas de prueba y análisis conjunto

Los jueces que integran la Cámara fueron enfáticos al señalar que las pruebas existentes no deben analizarse de manera aislada, sino bajo una mirada de conjunto que permita conectar los indicios recogidos durante estos 14 años. En este sentido, ordenaron la realización de nuevos peritajes y diligencias técnicas que habían quedado pendientes, con el fin de arrojar luz sobre las contradicciones o puntos oscuros en el relato del imputado.

Por otro lado, la justicia rechazó el pedido de apartamiento del Juzgado Federal N.º 2, ratificando la confianza en el magistrado a cargo pero exigiendo una mayor rigurosidad en la recolección de evidencia. Para el tribunal, la gravedad institucional que representa la desaparición de una persona exige que el Estado agote hasta la última instancia posible antes de dictar una sentencia que cierre definitivamente el expediente.

El silencio que persiste tras catorce años

Romero, quien ha mantenido una postura de inocencia firme asegurando que «no tiene nada que ocultar», vuelve a estar en el centro de la escena judicial. Mientras tanto, la familia de María Cash continúa exigiendo respuestas ante un sistema que, por momentos, parece haberle dado la espalda al paso del tiempo. La desaparición de la joven no solo expuso fallas en los protocolos de búsqueda iniciales, sino que también se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad en casos de violencia y desapariciones en democracia.

En conclusión, la revocación del sobreseimiento de Héctor Romero reabre una esperanza para el esclarecimiento de la verdad. La justicia salteña tiene ahora el desafío de coordinar una investigación exhaustiva que logre determinar qué sucedió en aquel tramo de la ruta 34, en un esfuerzo por cerrar una herida que sigue abierta en la sociedad argentina desde hace más de una década.