Baja salarial: La principal preocupación de los argentinos, más allá de la inflación

La estabilidad política y cambiaria post 26-O está asediada por un problema que muestran todas las estadísticas oficiales y que lidera en las encuestas como principal preocupación: los bajos ingresos. En pleno debate de la reforma laboral, los trabajadores advierten que el problema no son las leyes sino los salarios.

La estabilidad política y cambiaria que dejó el triunfo electoral del oficialismo el 26 de octubre de 2025 aparece cada vez más asediada por un problema que ya es transversal a todas las estadísticas oficiales: la pérdida del poder adquisitivo. Hoy, la cuestión de los bajos ingresos lidera en las encuestas como la principal preocupación de los argentinos, superando incluso a la inflación en ciertos segmentos.

En pleno debate de una reforma a la legislación laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei, con la que se promete mejorar y ampliar el mundo del trabajo, los datos sugieren que la prioridad de los trabajadores no son las regulaciones, sino la recomposición salarial, tal como indican las últimas mediciones del INDEC y diversas consultoras privadas.

La preocupación salarial es transversal a la sociedad

Según el último estudio de la consultora Proyección, de Santiago Giorgetta, la problemática de los bajos ingresos es la principal preocupación en todos los segmentos sociales, revelando un malestar transversal que estructura la lectura social de la crisis. El estudio fue realizado durante los primeros siete días de diciembre entre 1.769 personas encuestadas online, con un margen de error del $2,33\%$.

Al analizar los cortes por edad, ingresos, género y tipo de empleo, se repite al tope de las preocupaciones la cuestión salarial:

  • Género: Hombres y mujeres coinciden en que los bajos ingresos (50%) y la inseguridad (40%) son los principales problemas. La inflación es la tercera preocupación entre mujeres (34%), mientras que la corrupción política es la tercera entre los varones (40%).

  • Edad: Jóvenes y adultos coinciden en que los ingresos (49% y 54% respectivamente) son el principal problema del país. Solo en adultos mayores predomina la corrupción (50%), aunque los ingresos siguen siendo una preocupación alta (46%). La preocupación por la inseguridad aumenta con la edad.

  • Región y Empleo: Los bajos ingresos fueron mencionados como el principal problema en todas las regiones del país, en todos los niveles educativos y en todos los segmentos de empleo. Una particularidad destacada es que los trabajadores formales son quienes más mencionan el deterioro salarial como una preocupación prioritaria.

Esta última observación es crucial, ya que al sumar la pérdida de poder adquisitivo a los posibles efectos de la reforma laboral —que el Gobierno busca aplicar sobre el sector formal—, las decisiones respecto al mundo del trabajo parecen orientadas a la precarización o destrucción del valor salarial.

Endeudamiento y la paradoja de la expectativa

En consonancia con la preocupación por los bajos ingresos, el informe de Proyección revela un alto nivel de endeudamiento y necesidad de financiación entre los hogares. El $57,8\%$ de los encuestados afirmó haber tenido que pedir dinero prestado el último mes para cubrir gastos corrientes, recurriendo principalmente a familiares, amigos o utilizando la tarjeta de crédito en cuotas o pagando el mínimo.

Esta realidad se refuerza con el informe «Social Mood» de la consultora Moiguer, de Fernando Moiguer, que arroja resultados similares:

  • El $62\%$ de los encuestados tuvo que reducir gastos de su presupuesto cotidiano en el último mes.

  • El $50\%$ declara quedarse sin dinero antes de terminar el mes.

  • El $57\%$ de los hogares se encuentran endeudados.

A pesar de este panorama de ingresos insuficientes y alto endeudamiento, existe una paradoja de la expectativa. Si bien la percepción de la situación económica actual es mayoritariamente negativa ($-63,7\%$), las expectativas respecto de la situación del gobierno de Javier Milei son en mayor medida positivas ($+45,9\%$).

El informe de Moiguer subraya esta «recesión con esperanza»: el $53\%$ de los encuestados espera que durante el 2026 se expanda su capacidad de compra. Esta ilusión se sostiene en la creencia de que el gobierno comenzará a mostrar resultados económicos tangibles en los próximos meses.

Las mayores esperanzas se concentran en segmentos específicos: varones, jóvenes, personas que viven en el centro del país, trabajadores independientes, usuarios de medicina prepaga, evangélicos practicantes, personas con hogares económicamente consolidados, y, previsiblemente, los votantes de La Libertad Avanza. El Índice de Confianza Pública, de hecho, se ubica por encima de su punto medio, mostrando una buena performance para el gobierno nacional.

En conclusión, la sociedad argentina se encuentra en un punto crítico donde el poder adquisitivo se ha convertido en el problema económico primordial, forzando al endeudamiento. Sin embargo, esta crisis de bajos ingresos coexiste con un optimismo selectivo en el futuro inmediato, un fenómeno psicológico y político que sostiene al gobierno en medio de un ajuste económico severo.