La recaudación cae un 9% y la economía entra en un círculo vicioso de ajuste y recesión

La caída de la recaudación del 9% profundiza el ajuste, afectando la coparticipación provincial y llevando a las PyMES a una crisis terminal; se advierte sobre una regresividad fiscal inminente.

La Economía en Caída: el círculo vicioso del ajuste y el consumo

La coyuntura económica argentina está marcada por un fenómeno que el economista Juan Enrique describe como un «círculo vicioso». Los datos de los últimos meses revelan una caída de la recaudación del 9%, un indicador directo de la recesión y la contracción del consumo.

El modelo funciona de la siguiente manera: la caída de la actividad económica y las ventas provoca el cierre de empresas y la consecuente disminución de la recaudación. Esta merma impacta directamente en la coparticipación que reciben las provincias y los municipios.

Ante la menor disponibilidad de fondos, el Gobierno se ve obligado a aplicar un ajuste constante, que incluye la quita de subsidios con un traslado tarifario proyectado hasta 2026. Al encarecerse los servicios y la energía para las empresas y los ciudadanos, el poder adquisitivo se deteriora, lo que inevitablemente lleva a las empresas a vender menos. El resultado es un loop negativo: la caída de la actividad y los salarios precede la caída de la recaudación, forzando a provincias y municipios a intentar recaudar por medios propios, lo que a su vez contrae aún más la demanda.

La Regresividad Fiscal: beneficios para los más ricos y riesgo de IVA al 30%

Una de las críticas centrales a la actual política económica es su marcada regresividad fiscal. Según el análisis, el Gobierno, al priorizar a sectores concentrados, promueve la baja de impuestos para los segmentos de mayores ingresos.

Entre las medidas señaladas se encuentran:

  • Reducción de Bienes Personales, Ganancias e impuestos a artículos de lujo (como automóviles importados y Champagne).

  • La existencia de una «ley de inocencia fiscal» que funciona como un «blanqueo encubierto».

Para compensar la caída de la recaudación impositiva por estas vías, el Gobierno recurre al aumento de impuestos que afectan a toda la población, siendo el Impuesto al Valor Agregado (IVA) el principal foco. Se advierte la posibilidad de que una modificación tributaria intente subir el IVA del 21% al 30%.

El IVA es el impuesto más regresivo social y económicamente, ya que un mismo porcentaje de impuesto se aplica por igual a un litro de leche consumido por una familia humilde o por una familia millonaria. Sin embargo, su facilidad de cobro y su alta capacidad recaudatoria lo convierten en una tentación fiscal para compensar los beneficios otorgados a los sectores concentrados.

Impacto Sectorial: 300 PyMES cierran por día

La política económica actual es severamente criticada por desatender la industria, la producción y las pequeñas y medianas empresas (PyMES). El impacto sectorial es desigual y genera una profunda crisis de empleo:

  • Sectores Afectados: El comercio, la industria y la construcción son los más damnificados, a pesar de emplear conjuntamente al 50% de la mano de obra nacional.

  • Sectores Beneficiados: Los sectores que están en auge son el agro, el sistema financiero y la minería, los cuales, en contraste, emplean solamente al 8% de la fuerza laboral.

Como dramática consecuencia de este círculo vicioso, se reporta el cierre de aproximadamente 300 PyMES por día, lo que impacta directamente en la tasa de desempleo y en la capacidad productiva del país.

Conflicto Político y la Amenaza de Default Provincial

El panorama se completa con un fuerte conflicto político, especialmente con la Provincia de Buenos Aires, que concentra cerca del 40% de los argentinos. El economista señala al Ministro Caputo como un «dealer de deuda» cuya estrategia se centra en contraer más endeudamiento.

Caputo ha adoptado una postura de enfrentamiento con la Provincia, negándose a pagar la deuda o permitirle endeudarse. Ante la falta de formas de recaudación, el gobernador bonaerense ha manifestado que la Provincia podría declarar el default provincial, un hecho calificado como «muy grave» y «extremo» por sus implicaciones financieras y políticas.

La falta de fondos coparticipables obliga a los municipios a aumentar tasas (como el 2% en la tasa de consumo en Pilar) y a las provincias a subir impuestos como Ingresos Brutos. Esta estrategia no resuelve el problema de fondo, pues el ciudadano, con el poder adquisitivo en caída, ya no puede afrontar ni los impuestos municipales ni los provinciales (Arba). El riesgo subyacente es que esta crisis social y económica lleve a aquellos que «no tienen nada que perder» a buscar sustento por la vía de la protesta social.