Recaudación tributaria en caída libre: noviembre confirma cuatro meses de desplome real y refleja la crisis

La tendencia se consolida: un cuatrimestre en rojo

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) informó que la recaudación de recursos tributarios en noviembre alcanzó los $15,6 billones, experimentando una variación interanual de apenas el 19,7%. Este resultado implica una caída en términos reales (ajustada por inflación), que se convierte en la cuarta consecutiva, marcando un deterioro persistente en las cuentas públicas.

Según el análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la recaudación tributaria nacional total habría descendido un 8,7% real interanual durante noviembre. Esta cifra subraya la gravedad de la contracción fiscal, la cual se mitiga solo levemente al excluir los tributos vinculados al comercio exterior, donde la caída real interanual se ubicaría en el 3,6%.

El organismo recaudador (ARCA) atribuyó la débil variación interanual a una «alta base de comparación» generada por los ingresos extraordinarios que se registraron en noviembre de 2024.

Factores extraordinarios y eliminación de tributos

La principal explicación para la marcada diferencia con el año anterior radica en la concentración de ingresos no recurrentes en noviembre de 2024. Entre ellos se destacan:

• La Moratoria (Régimen de Regularización Excepcional): Ingresos por el pago a cuenta del plan amplio y las cuotas de adhesiones previas.

• Anticipos de Ganancias y Bienes Personales: Ingresos provenientes del corrimiento de los vencimientos para personas humanas del período fiscal 2024.

• Impuesto PAIS: Un tributo que ya no se encuentra vigente en el período actual de comparación.

• Impuestos a la Regularización de Activos (Blanqueo): Ingresos por el vencimiento de la adhesión al Régimen y el pago adelantado del Impuesto Especial de Regularización.

• Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales (REIBP): El pago inicial para bienes regularizados en la Etapa I.

La ausencia de estos ingresos extraordinarios en el presente período, sumada a la eliminación de tributos como el Impuesto PAIS, crea una distorsión significativa en la comparación interanual, profundizando la percepción de la caída.

Los tributos más golpeados: comercio y consumo

Al analizar la recaudación por tipo de impuesto, se observan caídas pronunciadas que reflejan tanto decisiones políticas como la crisis económica:

El Impuesto al Valor Agregado (IVA), considerado el principal termómetro del consumo interno y la base del sistema tributario, registró una baja real del 2,2%. Este dato, aunque menor a otras caídas, es particularmente relevante ya que indica de manera directa las consecuencias de la crisis económica sobre el consumo popular. Menos compras se traducen inmediatamente en menos recaudación de IVA, lo que sugiere una recesión o estancamiento del gasto de las familias.

Las excepciones que confirman la regla

En este panorama de caídas generalizadas, solo dos tributos lograron escapar de la tendencia negativa, registrando aumentos reales interanuales:

1. Derechos de Importación: Experimentaron un aumento real del 21,7%. El incremento se debe a un aumento de volumen en las importaciones, lo que implica una mayor actividad de comercio exterior a pesar de la crisis interna.

2. Impuesto a los Combustibles: Registró una suba real del 17,2%. Esta alza se explica por el aumento en el valor del impuesto (actualización o suba de alícuotas), más que por un crecimiento sostenido y significativo del volumen de venta.

La caída de la recaudación tributaria en noviembre y la consolidación de cuatro meses consecutivos en baja real exponen la fragilidad de las finanzas públicas. Si bien la «alta base de comparación» del año pasado distorsiona las cifras por los ingresos extraordinarios, la contracción en impuestos clave como el IVA revela el impacto directo de la crisis económica sobre el consumo popular. La baja recaudación, a su vez, ejerce una presión adicional sobre la gestión fiscal y la capacidad del Estado para financiar sus gastos. La economía atraviesa un período de clara contracción que se refleja de manera contundente en el comportamiento de los ingresos fiscales.