¿El fin de los implantes dentales? Japón prueba un revolucionario fármaco que promete hacer crecer dientes nuevos

Científicos de la Universidad de Kioto, liderados por el doctor Katsu Takahashi, desarrollan el fármaco de anticuerpos TRG-035, la primera medicina capaz de neutralizar la proteína USAG-1, la cual inhibe el desarrollo dental, con el objetivo de estimular el crecimiento natural de una "tercera dentición" y transformar radicalmente la odontología.

Un futuro sin implantes: el gran avance de la odontología regenerativa

La odontología se encuentra al borde de una revolución. Mientras que en la última década, solo en España, se han colocado aproximadamente 17 millones de implantes dentales para reemplazar piezas perdidas, un equipo de investigación en Japón podría estar cocinando una alternativa radical y natural a este costoso y habitual procedimiento.

Este importante avance científico se centra en el desarrollo de un fármaco inyectable que promete estimular el crecimiento de dientes nuevos en la boca adulta, eliminando la necesidad de recurrir a elementos protésicos. Tras años de investigación y resultados altamente positivos en pruebas preclínicas, el equipo ha dado el paso crucial hacia los primeros ensayos clínicos en seres humanos. Este desarrollo plantea la pregunta: ¿es este el principio del fin de los implantes dentales?

La clave: el anticuerpo TRG-035 y la proteína USAG-1

El corazón de esta prometedora terapia es el anticuerpo conocido como TRG-035. La investigación, dirigida por el doctor Katsu Takahashi y su equipo en la prestigiosa Universidad de Kioto, se enfoca en una proteína que actúa como un freno natural al desarrollo dental.

Tal como recoge el estudio, “El TRG035 es el primer fármaco de anticuerpos del mundo que neutraliza la proteína «USAG-1», la cual inhibe el desarrollo dental”.

La USAG-1 es la responsable de mantener inactivos los gérmenes dentarios que, en teoría, podrían dar origen a una potencial “tercera dentición” latente bajo las encías de los adultos, una capacidad que se ha observado en diversos modelos animales.

Al neutralizar o bloquear la proteína USAG-1, el anticuerpo monoclonal TRG-035 consigue reactivar las vías de señalización BMP y Wnt. Estas vías son bien conocidas en la biología del desarrollo por ser fundamentales en la formación de estructuras dentales.

El mecanismo de acción y los próximos pasos

El tratamiento propuesto por el equipo japonés se administra de forma sencilla, mediante una inyección intravenosa. Esta inyección tiene como objetivo reactivar los mecanismos biológicos latentes que, por evolución, se desactivaron en la mayoría de los mamíferos después de la dentición adulta.

Según explica la odontóloga Montse Timoneda en su análisis del proceso, el TRG-035 no crea el diente de la nada, sino que libera el potencial de crecimiento de estructuras germinativas que ya están presentes, pero silenciadas, logrando así el crecimiento de dientes nuevos funcionales.

De prosperar los ensayos en seres humanos, esta terapia no solo ofrecería una solución más natural y biológicamente integrada que los implantes, sino que también podría reducir el desembolso económico considerable que estos procedimientos suelen implicar para los pacientes, transformando la práctica clínica de la odontología restauradora a nivel mundial.