Los hogares pagarán más por la luz que la industria en verano y otoño
Una reciente resolución de la Secretaría de Energía estableció nuevos valores mayoristas de electricidad que regirán hasta abril de 2026, lo que provocará que los usuarios residenciales abonen una tarifa de luz más alta que la industria durante los meses de calor.
Nuevo esquema tarifario: Hogares más caros que industrias de noviembre a mayo
Una medida dispuesta por la Secretaría de Energía de la Nación ha reconfigurado el esquema de precios mayoristas de la electricidad, estableciendo una notable inversión en la relación entre lo que pagan los usuarios residenciales y los grandes usuarios industriales. Según lo determinado por la Resolución 434/2025 de Energía, publicada en el Boletín Oficial, los hogares enfrentarán una tarifa de luz más elevada que la industria durante los meses de verano y otoño.
Este nuevo esquema regirá a partir de noviembre y se extenderá hasta mayo de 2026. No obstante, la misma normativa establece que el escenario se invertirá durante los meses fríos (mayo a octubre), cuando serán los usuarios industriales quienes deban pagar tarifas superiores a las residenciales. Este ciclo estacional de precios remite a un modelo similar al que estuvo vigente durante la década de los noventa.
Los nuevos valores mayoristas de la electricidad
La resolución fijó los nuevos valores del Precio Estabilizado de la Energía (PEE) para los distintos segmentos de usuarios. Estos precios mayoristas son el componente central del costo de la electricidad antes de sumar el transporte, la distribución y los impuestos.
| Tipo de Usuario | Precio Estabilizado de la Energía (PEE) por MWh | Período de Vigencia |
| Residenciales (Hogares) | Entre $56.054 y $58.281 | Hasta abril de 2026 |
| Industriales y Comerciales | Entre $47.310$ y $51.633 | Según categoría y franja horaria |
El impacto de esta medida ya se siente en las facturas. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por ejemplo, los hogares enfrentarán aumentos de entre el 3,4% y el 4,1%. Por el contrario, industrias y comercios experimentarán variaciones que oscilan entre un aumento del 2,2% y una inusual reducción de hasta el 10,3%. En términos generales, los usuarios no residenciales registrarán una leve baja promedio del 1% en sus facturas.
La razón detrás de la inversión estacional de las tarifas
La explicación de por qué los usuarios residenciales pagarán más que los industriales y comerciales en los meses de mayor calor (noviembre a mayo) radica en el precio de la energía en el mercado mayorista, específicamente en la energía «spot» (la que se comercializa en tiempo real).
La energía más costosa en el mercado es la que consumen los hogares, aunque este consumo sigue estando parcialmente cubierto por subsidios del Estado nacional. En contraste, las industrias y comercios acceden a una mayor proporción de la energía que se transa en el mercado spot.
La clave de la inversión tarifaria es el costo de los combustibles. En los meses de verano, el precio del gas natural utilizado para la generación eléctrica cae significativamente, llegando a situarse por debajo de US$1 por millón de BTU. Esta caída abarata la energía spot a la que acceden los grandes usuarios, haciendo que su tarifa final sea menor a la de los hogares.
El escenario se invierte de mayo a octubre, los meses de invierno y primavera. Durante este período, el encarecimiento del gas, el gasoil y el fuel oil —cuyos valores oscilan entre US$4,5 y US$20 por millón de BTU— eleva sustancialmente el costo de generación. En consecuencia, los grandes usuarios industriales terminan abonando tarifas más elevadas que las residenciales, replicando el esquema de los noventa.
Contexto de desregulación y quita de subsidios
Esta medida tarifaria se inscribe dentro del marco de la reciente desregulación del Mercado Mayorista Eléctrico (MEM) dispuesta por el Gobierno. Además, el Ejecutivo se encuentra en un proceso de reforma para la quita gradual de subsidios energéticos, un punto estipulado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Como parte de este proceso de ajuste, el Gobierno ya dispuso en noviembre un aumento de las tarifas de luz y gas de aproximadamente el 3,6%, por encima de la inflación de ese mes. Este ajuste se debe a la cuota de recupero que beneficia a las distribuidoras en el marco de la Revisión Quinquenal Tarifaria, sumado a un componente de aumento por motivos estacionales. La reconfiguración estacional de las tarifas es un paso más en la adecuación del sector a los costos reales de generación.
