Tos convulsa: alerta nacional por casos triplicados y cuatro muertes en menores

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advirtió sobre el aumento de casos de coqueluche, que triplican los de 2024. Cuatro menores de cinco años fallecieron, lo que demanda reforzar la tos convulsa vacunación.

La baja cobertura de vacunación dispara los casos y muertes infantiles

Una severa advertencia de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) puso en el centro de la escena la preocupante situación epidemiológica de la coqueluche, o tos convulsa. La entidad alertó sobre un «aumento de casos» en la población pediátrica a nivel nacional que ya triplica los números registrados en el año 2024. Lo más alarmante, según reporta el Boletín Epidemiológico Nacional, es la confirmación de cuatro fallecimientos por coqueluche en menores de cinco años en lo que va de 2025.

Este escenario demanda una respuesta inmediata de las autoridades sanitarias y la comunidad. “Este escenario demanda una respuesta inmediata para reforzar la sospecha clínica, la confirmación diagnóstica oportuna y mejorar las coberturas de vacunación para controlar esta situación”, subrayó la SAP en su comunicado. Las jurisdicciones con la mayor incidencia acumulada de casos son Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

El dramático impacto en los lactantes

La coqueluche es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa, causada por la bacteria Bordetella pertussis, que se caracteriza por una tos intensa y persistente. Aunque afecta a personas de todas las edades, es particularmente grave en niñas y niños pequeños, especialmente lactantes, donde puede desencadenar complicaciones severas como neumonía, convulsiones o, incluso, la muerte.

El Boletín Epidemiológico Nacional detalla que las cuatro muertes confirmadas por Bordetella pertussis se concentran en la franja de máxima vulnerabilidad: dos de ellas corresponden a menores de seis meses, uno al grupo de seis a once meses y el restante, al grupo de doce a veintitrés meses.

En total, en lo que va de 2025 (hasta la semana epidemiológica 41), se registraron 3441 casos sospechosos en el país, de los cuales 333 fueron confirmados (288 por laboratorio). La mayor concentración de enfermos se da en los menores de 5 años, con los bebés menores de seis meses como los más afectados. En estos lactantes, la enfermedad puede manifestarse de forma atípica y más grave, presentando apnea y cianosis. La severidad se acrecienta en prematuros, en niños no vacunados o en hijos de madres que no recibieron la vacuna durante el embarazo.

La OPS y la importancia de la prevención

El resurgimiento de casos en Argentina se inscribe en una tendencia regional. En junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya había emitido una alerta sobre el aumento de coqueluche en las Américas, instando a los Estados miembros a reforzar los sistemas de vigilancia epidemiológica y, crucialmente, a mantener un monitoreo continuo y detallado de las coberturas de tos convulsa vacunación.

La médica Vanesa Castellano, pediatra del Hospital de Niños ‘Ricardo Gutiérrez’, enfatizó a principios de año la gravedad de la enfermedad, especialmente por su capacidad de propagación y el riesgo que implica para los más pequeños: “En algunos casos los niños que se contagian pueden ser demasiado pequeños para recibir la vacuna, no haber completado el esquema de vacunación (incluidos los refuerzos) o, en el peor de los casos, que sus cuidadores hayan decidido no vacunarlos. Esta enfermedad puede tener consecuencias muy graves en los más pequeños”.

El llamado urgente a la vacunación

La Sociedad Argentina de Pediatría es contundente al señalar la solución: “la vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir las formas graves y las muertes por coqueluche”. La meta sanitaria es alcanzar y sostener coberturas del 95% en todos los grupos objetivo.

Sin embargo, los datos de tos convulsa vacunación reflejan un déficit crítico: en el año 2024, las coberturas para el primer refuerzo de la vacuna quíntuple/séxtuple (indicado entre los 15 y 18 meses) fue de solo el 68 %, muy por debajo del objetivo del 95%.

El Calendario Nacional de Vacunación establece un esquema preventivo riguroso:

  • Lactantes: Dosis a los 2, 4 y 6 meses (vacuna quíntuple o pentavalente).
  • Refuerzos Pediátricos: Primer refuerzo a los 15-18 meses; segundo refuerzo a los 5 años; tercer refuerzo (triple bacteriana acelular) a los 11 años.
  • Embarazadas: Una dosis de triple bacteriana acelular a partir de la semana 20 de gestación en cada embarazo, lo que confiere protección crucial al recién nacido a través de la transferencia de anticuerpos.

Las autoridades y la SAP urgen a la población a completar los esquemas y a las embarazadas a recibir su dosis, pues la baja cobertura de tos convulsa vacunación es el factor clave detrás de la actual escalada de casos y la lamentable pérdida de vidas infantiles.