Un eterno «guerrero»: la pasión de Miguel Ángel Russo que desafió a la vida

La lección final: Miguel Ángel Russo y la pasión por el fútbol como escudo contra el cáncer

Una triste noticia sacudió al fútbol argentino. Miguel Ángel Russo, uno de los directores técnicos más queridos y respetados del país, murió a los 69 años. El entrenador venía peleando desde 2017 contra un cáncer de próstata y su fallecimiento fue confirmado por Boca Juniors, el club con el que fue campeón de la Copa Libertadores en 2007. La institución de la Ribera, donde se vivía un clima de tristeza, suspendió de inmediato las actividades de la jornada.

Un guerrero silencioso y la lucha desde 2017

El diagnóstico de cáncer de próstata que recibió Miguel Ángel Russo en 2017 marcó el inicio de una lucha silenciosa y constante. Pese a que la enfermedad, que a menudo se detecta tardíamente por la falta de síntomas iniciales, lo obligó a someterse a tratamientos y controles periódicos, el DT nunca perdió el compromiso con su trabajo.

Russo siempre mantuvo su enfermedad en estricta reserva, desoyendo especulaciones y manteniendo una vida activa. Como él mismo había dicho en una conferencia de prensa en septiembre, ante las preguntas sobre su salud: “El que sabe sobre su salud es uno mismo”.

A lo largo de los años, el entrenador demostró su espíritu inquebrantable, regresando a la actividad con Boca, Rosario Central y Estudiantes, incluso después de ser aquejado por dolencias derivadas de su cuadro, como una infección urinaria en 2021. Para el mundo del fútbol, su figura era sinónimo de la enseñanza de alguien que, pese a los contratiempos, siempre volvió.

El último adiós en La Bombonera

El deterioro en la salud de Russo se hizo más notorio en septiembre de 2025, cuando debió ser internado nuevamente por complicaciones relacionadas con su tratamiento. Su última aparición pública fue el 21 de septiembre, durante el empate de Boca frente a Central Córdoba en La Bombonera. Ese día, el DT bajó al campo de juego, visiblemente más delgado, pero con el buen ánimo que lo caracterizaba, antes de que su ayudante, Claudio Úbeda, tomara la conducción del equipo.

La gravedad del cuadro se hizo oficial con el comunicado de Boca que confirmaba su internación domiciliaria con pronóstico reservado. Detrás de esa frase, se gestó un profundo respeto y apoyo por parte de los jugadores, quienes le dedicaron el triunfo del domingo ante Newell’s, con palabras de aliento de referentes como Leandro Paredes.

Legado de títulos y afecto

Miguel Ángel Russo deja un palmarés destacado, especialmente en Boca, donde ganó la Copa Libertadores 2007, la Superliga 2019-2020 y la Copa de la Liga 2020. Su figura, sin embargo, trascendió los trofeos. Se ganó el cariño de los hinchas por su perfil bajo, su serenidad y su vínculo cercano con los jugadores.

El mundo del fútbol, desde su club de formación, Estudiantes de La Plata, hasta referentes de Boca como Marcos Rojo y Juan Sebastián Verón, se volcó a las redes sociales para homenajear a este “guerrero”. Russo fue más que un entrenador exitoso: fue un tipo sereno y querido que enfrentó la adversidad sin hacer ruido. Su último legado es la enseñanza de alguien que, incluso en su último partido, eligió mirar hacia adelante.