Argentina perdió 10,5 millones de hectáreas de bosques nativos en 40 años por la presión del agro y la urbanización
Pérdida de bosques nativos en Argentina alcanza el 18%; la región chaqueña es la más afectada. Un exhaustivo estudio revela que, entre 1985 y 2024 siendo el avance de las explotaciones agropecuarias y la expansión urbana las principales causas de esta grave retracción ambiental.

El impacto ambiental generado por el avance incesante de las actividades productivas y el crecimiento de los asentamientos humanos en Argentina ha alcanzado una magnitud alarmante. Un reciente estudio, fruto de la colaboración entre ONG, startups tecnológicas e instituciones de investigación como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ha cuantificado la devastación de los ecosistemas forestales del país.
Según el informe, entre 1985 y 2024, Argentina perdió 10,5 millones de hectáreas de bosques nativos. Para poner en perspectiva esta cifra, el área deforestada equivale a tres veces la superficie de la provincia de Misiones y representa una contracción del 18% del área boscosa que se registraba hace cuatro décadas. Aunque el país aún contabiliza 46,5 millones de hectáreas de bosques nativos, las presiones sobre estos ecosistemas no cesan.
Sebastián Fermani, director de conservación de una de las entidades participantes, subrayó la gravedad de esta situación: «La pérdida de bosques en Argentina no representa solo un impacto ambiental, sino también una grave afectación a los servicios ecosistémicos esenciales que estos bosques brindan, como la regulación del clima, la provisión de agua y alimentos, y la conservación de la biodiversidad».
La agricultura y el crecimiento urbano como motores de la deforestación
El análisis detalló que los bosques nativos representan la vegetación natural que mayor superficie perdió en el período. De forma paralela, la agricultura se consolidó como el uso antrópico (generado por la actividad humana) con la mayor expansión, sumando 11,9 millones de hectáreas y registrando un crecimiento del 46%.
Mientras tanto, otras formas de vegetación también sufrieron: la vegetación natural herbácea y arbustiva disminuyó en 2,4 millones de hectáreas a nivel nacional. Las provincias con la mayor pérdida de vegetación natural en términos absolutos son Santiago del Estero (3,2 millones de hectáreas), Entre Ríos (2,0 millones de hectáreas), Salta (1,7 millones de hectáreas), Buenos Aires (1,7 millones de hectáreas), Chaco (1,2 millones de hectáreas) y Córdoba (0,9 millones de hectáreas).
No obstante, el retroceso no es solo consecuencia del agro. La expansión de las áreas urbanas también contribuyó al fenómeno, registrando un crecimiento del 35% en los últimos 40 años. Las regiones de Pampas y Patagonia mostraron crecimientos superiores a la media nacional en urbanización. El informe destaca que las ciudades de tamaño intermedio (entre 50.000 y 400.000 habitantes) y el Aglomerado del Gran Buenos Aires crecieron por encima del 37%.
El panorama detallado de la pérdida por región ecosistémica
El informe ofrece un panorama alarmante sobre la afectación diferencial en las principales ecorregiones del país:
Región Chaqueña: el epicentro de la transformación
La región chaqueña es la más afectada, concentrando el 78% de la pérdida total de bosques del país, con una devastación de 8 millones de hectáreas. Esto representa la eliminación del 21% de su cobertura forestal en cuatro décadas. El trabajo subraya que esta región, que abarca gran parte del norte argentino, es el área de mayor transformación del paisaje natural del país.
Otras ecorregiones bajo presión
- El Espinal: Es la segunda región con mayores pérdidas, explicando el 11% del retroceso nacional. El principal motor fue el crecimiento de los cultivos temporarios, que aumentaron un 32% (2 millones de hectáreas).
- Selva Paranaense: Perdió el 15,6% de su territorio (336.000 hectáreas), principalmente debido al avance de la silvicultura y los cultivos perennes.
- Yungas: Retrocedieron un 8% (274.000 hectáreas) a causa de un crecimiento exponencial de los cultivos temporarios, que aumentaron un 111% en la región.
- Bosque Andino Patagónico: Perdió el 6% de sus bosques (151.000 hectáreas), aunque en este caso la causa principal no fue el agro, sino el crecimiento de las áreas urbanas y el turismo.
- Ecorregión Pampeana: Si bien el 50% de esta región ya estaba transformada en 1985, las áreas agropecuarias continuaron expandiéndose, creciendo 2,4 millones de hectáreas, consolidándola como el núcleo productivo agrícola-ganadero del país, a costa de la vegetación natural restante.
El estudio concluye que la continua pérdida de bosques nativos y vegetación natural en Argentina no solo deteriora la biodiversidad, sino que también debilita la capacidad del país para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la sostenibilidad de recursos esenciales.