Crimen de Diego Fernández Lima: para el fiscal, el acusado dio «explicaciones absurdas» y actuó un «indignado asombro»
Cristian Graf es señalado por maniobras de encubrimiento para desviar la investigación tras el hallazgo de los restos del adolescente desaparecido en 1984 en una vivienda de Coghlan.

El fiscal Martín López Perrando ha vuelto a pedir la declaración indagatoria de Norberto Cristian Graf, el hombre en cuya vivienda del barrio porteño de Coghlan fueron hallados los restos de Diego Fernández Lima, un joven de 16 años desaparecido en 1984. La imputación es por encubrimiento agravado y supresión de evidencia. En su dictamen, López Perrando señala que Graf dio «explicaciones absurdas» y que, ante el hallazgo, mostró una «desfachatez disfrazada de indignado asombro», todo con el objetivo de desviar la investigación de un crimen que ocurrió en su propia casa.
«Nadie encubre lo que desconoce»
El dictamen de 16 páginas es contundente y detalla una serie de «maniobras unívocas» por parte de Graf para ocultar el crimen. El fiscal afirma que las explicaciones del acusado son «inverosímiles», como cuando sugirió que los restos podrían haber sido arrastrados por un camión de tierra. López Perrando califica la actitud de Graf como una «pasividad sospechosa» y «conductas evasivas» frente a las autoridades. La frase clave del dictamen es la que resume la tesis de la acusación: «Nadie encubre aquello que desconoce». El fiscal sostiene que Graf no pudo haber sido ajeno a la sepultura clandestina en su jardín, lo que lo convierte en un encubridor de los hechos.
Aunque aún no se ha determinado la autoría material del homicidio, el dictamen confirma que la víctima fue asesinada y enterrada en la propiedad de Graf. La autopsia, realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), reveló que el joven sufrió una herida cortopunzante en el pecho y posibles intentos de desmembramiento, lo que refuerza la teoría de que el crimen fue ocultado de manera improvisada en el lugar.
La figura de encubrimiento agravado prevé penas de hasta seis años de prisión, mientras que la supresión de evidencia puede ser castigada con hasta cuatro años de cárcel. Con este dictamen, el fiscal busca reactivar la causa y avanzar en la citación formal de Graf.
Una desaparición de hace 40 años
El 26 de julio de 1984, Diego Fernández Lima de 16 años, desapareció sin dejar rastro. El caso permaneció en el misterio durante 39 años, hasta que obreros que trabajaban en un terreno de la avenida Congreso 3748, en Coghlan, descubrieron restos óseos enterrados en el fondo de una propiedad que en ese entonces, hace 39 años, pertenecía a la familia de Norberto Cristian Graf, excompañero de colegio de la víctima.
El hallazgo llevó a una exhaustiva investigación y los peritos del EAAF confirmaron que los huesos pertenecían a Diego, gracias a un perfil genético obtenido de una muestra de sangre de su madre, Bernabella Lima, de 87 años.
El caso de Diego Fernández Lima, un crimen que se mantuvo oculto por casi 40 años, demuestra cómo la justicia puede abrir un nuevo capítulo, aunque hayan pasado décadas. La lucha de la familia de la víctima y la determinación del fiscal marcan un nuevo rumbo en la búsqueda de la verdad.