Aumenta la morosidad: un récord en la deuda de familias argentinas
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) reveló que la morosidad en los créditos de las familias alcanzó su pico más alto en 15 años durante julio. Este aumento significativo en deudas por préstamos personales y tarjetas de crédito refleja el deterioro de los ingresos frente a la alta inflación.

La morosidad de las familias argentinas en el pago de sus deudas bancarias escaló a un nivel sin precedentes en al menos los últimos 15 años. Según el informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA) correspondiente a julio, el índice de irregularidad en el pago de préstamos personales y tarjetas de crédito alcanzó un alarmante 5,7%, superando el 5,1% registrado el mes anterior. Este preocupante incremento, que marca el noveno mes consecutivo de subas, evidencia las crecientes dificultades económicas que enfrentan los hogares para cumplir con sus obligaciones financieras.
El análisis del BCRA desglosa que las líneas de crédito más afectadas son aquellas destinadas al consumo. En particular, la morosidad en los préstamos personales pasó del 6,5% al 7,3%, mientras que la de las tarjetas de crédito subió del 4,9% al 5,3%. Estos datos confirman que, en un contexto de caída del poder adquisitivo y desaceleración económica, las familias recurren a la financiación para cubrir gastos básicos, pero la capacidad de pago se ve rápidamente superada.
La presión de la caída de ingresos y las altas tasas
Los analistas económicos coinciden en que el principal motor detrás de este incremento de la morosidad es la combinación de una fuerte caída de los ingresos reales y la persistencia de tasas de interés elevadas. La inflación sostenida reduce el poder de compra de los salarios, mientras que los altos costos de financiamiento, tanto para el capital adeudado como para los intereses punitorios, crean un círculo vicioso del que las familias luchan por escapar.
En este panorama, los préstamos hipotecarios se mantienen como una excepción, con una tasa de morosidad baja del 0,9%, lo que indica que, en general, quienes accedieron a este tipo de crédito logran mantener sus pagos al día. Este segmento, si bien reducido, se ve menos impactado por la volatilidad diaria de la economía en comparación con el consumo cotidiano financiado con tarjetas o préstamos de corto plazo.
Un problema que se extiende al sector empresarial
El informe del BCRA también arroja luz sobre el deterioro en el segmento de las empresas. La morosidad en los préstamos para empresas se situó en un 3,2% en julio, más del doble del 1,5% registrado en octubre del año anterior. Aunque el ritmo de subida es más gradual que en el de las familias, la tendencia es clara y preocupante.
Las empresas enfrentan un escenario complejo, donde la contracción de la actividad económica y el vertiginoso aumento de las tasas de interés afectan directamente su capacidad para financiarse y sostener sus operaciones. A modo de ejemplo, la tasa nominal anual (TNA) de los adelantos en cuenta corriente se disparó del 31% al 93% en tan solo un mes (entre mediados de julio y mediados de agosto), amenazando la sostenibilidad de las cadenas de pago.
Perspectivas de un futuro incierto
El incremento generalizado de la morosidad, tanto en familias como en empresas, es un síntoma del complejo escenario económico que atraviesa el país. Mientras el gobierno busca controlar la inflación con herramientas monetarias, las consecuencias de estas políticas se manifiestan en la economía real, con un impacto directo en la capacidad de pago de los deudores.
Los datos de julio sugieren que, de no revertirse la tendencia de la caída de ingresos y la alta volatilidad financiera, los indicadores de morosidad podrían seguir empeorando en los próximos meses, especialmente en el segmento empresarial, donde las elevadas tasas de interés representan un riesgo latente. La situación de las familias, en tanto, parece ser el reflejo más directo de la difícil coyuntura económica, con un poder adquisitivo cada vez más erosionado que fuerza a recurrir a la deuda y, en muchos casos, a no poder honrarla.
Meta Descripción: La morosidad en las familias argentinas alcanzó un récord histórico en julio, impulsada por la deuda de tarjetas de crédito y préstamos personales. Descubre por qué la situación financiera empeora.