Maestra acusada de estafa internacional: Pidieron su captura tras huir a Europa

Una docente de un colegio de Boedo es buscada internacionalmente, acusada de estafar a sus compañeras de trabajo por casi cuatro millones de pesos. La investigación reveló que la mujer huyó a Europa tras realizar más de 100 compras con las cuentas bancarias de sus colegas.
La justicia argentina ha emitido una orden de captura internacional contra una maestra de nivel inicial, acusada de llevar a cabo un sofisticado esquema de fraude electrónico contra sus compañeras de trabajo. La mujer, que se desempeñaba en una escuela pública del barrio porteño de Boedo, es señalada de haber estafado a sus colegas por un monto cercano a los cuatro millones de pesos. La medida de detención se solicitó luego de que la investigación revelara que la docente huyó a Europa y no regresó al país.

La causa se inició tras una serie de denuncias de maestras que, alarmadas, detectaron consumos inusuales en sus cuentas bancarias. La Fiscalía PCyF N°5 Especializada en Ciberfraudes, a cargo de Miguel Ángel Kessler, lideró la investigación que reconstruyó el rastro digital de las operaciones. El informe oficial detalla que la acusada realizó 105 compras fraudulentas, que sumaron un total de $3.688.287,67. Las transacciones abarcaron desde compras en tiendas físicas y plataformas de juegos en línea hasta la adquisición de pasajes de avión, mostrando la audacia del plan.

Un esquema de fraude con complicidad familiar

El rastreo de las transacciones no solo permitió identificar los comercios donde se usaron los fondos, sino que también llevó a los investigadores a descubrir que el dinero robado era transferido a cuentas bancarias ligadas a los padres de la sospechosa. Esta conexión familiar profundizó la gravedad del caso, sugiriendo una posible complicidad en el esquema delictivo. El Ministerio Público Fiscal confirmó que las cuentas receptoras estaban a nombre de los progenitores de la acusada, lo que agregó una nueva dimensión a la investigación.

De hecho, la justicia imputó al padre de la docente por el delito de defraudación mediante el uso de tarjeta magnética. El hombre, tras ser confrontado con las pruebas, reconoció su participación en 22 movimientos fraudulentos y se comprometió a devolver más de 1.2 millones de pesos, incluyendo intereses, para resarcir a las víctimas. Este acuerdo, sin embargo, no detuvo la búsqueda de la principal acusada.

Mientras la causa avanzaba, las autoridades de Migraciones confirmaron que la maestra había salido del país con destino a Europa y, a la fecha, no había registrado un retorno. Ante esta situación, la fiscalía libró un pedido de captura internacional, que ahora está en manos de organismos como Interpol, para dar con su paradero y llevarla ante la justicia. La historia de esta docente, que pasó de las aulas a ser una fugitiva internacional, pone de manifiesto los riesgos de los ciberdelitos y el impacto devastador que pueden tener en la vida de las víctimas.