Día del Profesor: ¿por qué se conmemora el 17 de septiembre?

Conocé por qué se celebra esta fecha en la Argentina por separado del de los maestros, cómo surgió y cuál es su significado.

El Día del Profesor, celebrado cada 17 de septiembre, rinde homenaje a la figura de José Manuel Estrada, un destacado intelectual, educador y político argentino. Esta fecha conmemora su fallecimiento y destaca su enorme contribución al sistema educativo nacional.

Día del Profesor

En Argentina, el calendario escolar tiene dos fechas clave para honrar la labor de los educadores: el 11 de septiembre, Día del Maestro, en memoria de Domingo Faustino Sarmiento, y el 17 de septiembre, Día del Profesor. Aunque a menudo se confunden, la segunda fecha tiene un significado propio y un origen muy específico, dedicado a los docentes que ejercen en los niveles secundario y universitario. Esta conmemoración se instauró para recordar a José Manuel Estrada, una de las mentes más brillantes del siglo XIX, cuya influencia trascendió el aula y se proyectó en la política, el periodismo y la oratoria.

La elección de esta fecha es un tributo directo a su memoria, ya que fue el 17 de septiembre de 1894 cuando Estrada falleció en Asunción, Paraguay, a la temprana edad de 45 años. Su muerte marcó el final de una vida dedicada a la defensa de la libertad de pensamiento y a la promoción de una educación de calidad. A diferencia del Día del Maestro, que suele implicar un asueto escolar, el Día del Profesor no es un feriado, aunque las instituciones educativas suelen organizar actos y actividades para reconocer la dedicación de sus docentes.

Quién fue José Manuel Estrada: el pensador multifacético

José Manuel Estrada (1842-1894) fue mucho más que un profesor. Nacido en Buenos Aires, su vida fue una constante búsqueda del conocimiento y una incansable labor por la instrucción pública. Huérfano de niño, fue criado por su abuela, quien fomentó su amor por la lectura y la cultura, sentando las bases de una carrera intelectual que lo llevó a destacar en múltiples campos.

A los 24 años, comenzó su carrera docente, y pronto sus «Lecciones de Historia de la República Argentina» se convirtieron en un texto de referencia. Su pasión por la historia, la literatura y la filosofía lo llevaron a ocupar cargos de gran relevancia, como la cátedra de Instrucción Cívica en el Colegio Nacional de Buenos Aires, del que también fue rector. Su visión de la educación era holística y abarcadora, entendiendo que la formación académica debía ir de la mano con la construcción de ciudadanos críticos y libres. Una de sus frases más célebres, «De las astillas de las cátedras destrozadas por el despotismo, haremos tribunas para enseñar la justicia y predicar la libertad», resume su firme convicción en el poder transformador de la educación.

Un legado que trasciende el tiempo

Además de su rol como educador, Estrada fue un activo participante en la vida pública argentina. Se desempeñó como diputado nacional por la Unión Católica y ocupó otros cargos políticos y diplomáticos. Su figura fue central en los debates sobre la organización del sistema educativo argentino durante una época de profundos cambios. La solidez de sus ideas y su capacidad oratoria lo convirtieron en un referente para varias generaciones.

El reconocimiento de su figura como símbolo del compromiso docente no es casual. Su legado se basa en la convicción de que la enseñanza es una herramienta fundamental para el progreso de la sociedad, un medio para formar a individuos capaces de pensar por sí mismos y de defender sus ideales. Por ello, el Día del Profesor es más que un simple recuerdo; es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la vocación docente, el esfuerzo constante por la actualización y el rol crucial que los profesores desempeñan en la formación de los estudiantes.

Al conmemorar esta fecha, se honra la memoria de Estrada, pero también se reconoce la labor diaria de miles de profesores que, con pasión y compromiso, se entregan a la noble tarea de transmitir conocimientos, inspirar a sus alumnos y construir un futuro más prometedor.