El imperio de las cajas ciegas: El cerebro detrás del fenómeno global de los Labubu
Los muñecos coleccionables Labubu se convirtieron en un ícono de la moda mundial y un negocio millonario. El cerebro detrás de este fenómeno es Wang Ning, el fundador de Pop Mart.

Un experimento de coleccionismo, impulsado por la emoción del azar, ha trascendido las fronteras de su nicho para convertirse en un fenómeno cultural. Los Labubu, unos singulares personajes de pelaje y sonrisa afilada, han pasado de ser simples muñecos a accesorios de lujo, vistos en las carteras de celebridades. Este boom global tiene un nombre y un apellido: Wang Ning, el empresario chino fundador de Pop Mart, la compañía que revolucionó la industria del juguete con el modelo de negocio de las «cajas ciegas».
Wang Ning, el visionario detrás del imperio
El auge de los Labubu no es casualidad. Su éxito se remonta a la visión de Wang Ning, un emprendedor nacido en 1987 que, tras un viaje a Hong Kong, se inspiró en las máquinas japonesas gashapon. Aquella idea de un «juguete sorpresa» se convirtió en la piedra angular de su compañía, Pop Mart, fundada en 2010. El modelo de negocio se basa en la venta de «cajas ciegas», donde el comprador adquiere una figura sin saber cuál le tocará, fusionando la emoción del juego con la pasión por el coleccionismo. Esta fórmula mágica capturó la atención de un público que, más allá de la infancia, encontró un nuevo hobbie en el azar.
De juguete a pieza de colección y moda
Con la colaboración de artistas internacionales, Pop Mart lanzó personajes que se convirtieron en auténticos fenómenos de ventas, como el exitoso Labubu, diseñado por Kasing Lung. La fiebre por estos muñecos se desató con sus lanzamientos, generando búsquedas frenéticas y un dinámico mercado de intercambio entre fanáticos en todo el mundo. Este boom no solo se limitó al coleccionismo: los Labubu se transformaron en piezas de moda. Celebridades como Wanda Nara y los futbolistas Rodrigo de Paul y Leandro Paredes, entre otros, han exhibido los muñecos en sus atuendos, elevándolos a un nuevo estatus de artículo de lujo. Este crossover entre el coleccionismo y la moda es una de las claves que explica el alcance global de los Labubu.
Cifras millonarias y un futuro prometedor
El impacto de este fenómeno se refleja en las impresionantes cifras de Pop Mart. La compañía salió a la bolsa de Hong Kong en 2020, alcanzando una capitalización de mercado de 56.000 millones de dólares. Esto catapultó a Wang Ning a la élite de los empresarios más ricos de China, con una fortuna estimada en 27.500 millones de dólares. El crecimiento de la empresa no se detiene: en el primer semestre de 2025, Pop Mart triplicó su facturación y registró un aumento de beneficios de casi un 400% en comparación con el año anterior, superando los 637 millones de dólares. El lanzamiento del mini-Labubu, que se agotó en cuestión de minutos en las plataformas de venta online, es la prueba más contundente del furor que rodea a estos muñecos.
El fenómeno de los Labubu demuestra cómo una idea simple puede transformarse en un negocio global y un referente cultural. El modelo de las cajas ciegas, impulsado por la visión de Wang Ning, logró capitalizar la nostalgia y el deseo de coleccionar, creando un producto que trascendió la industria del juguete para influir en la moda y el estatus. Los Labubu ya no son solo muñecos; son el símbolo de un imperio que supo entender y dominar el mercado del coleccionismo moderno.