La crisis de vivienda en Argentina: El 70% de los inquilinos gastan hasta la mitad de su salario en alquiler

Un informe de Inquilinos Agrupados revela que el 67% de los hogares que alquilan destinan hasta la mitad de sus ingresos al pago de alquiler, con consecuencias directas en su calidad de vida y consumo.

Según la Encuesta Nacional Inquilina, el 67% de los inquilinos destina entre el 30% y el 50% de sus ingresos para pagar el alquiler. Este gasto desproporcionado está empujando a muchos hogares a una situación de vulnerabilidad financiera, con serias consecuencias para su calidad de vida y para el consumo en general.

El estudio, que analizó 909 casos en todo el país, muestra que la situación es aún más crítica para ciertos sectores. Un preocupante 14% de los encuestados afirma que el alquiler les consume más del 60% de sus ingresos. Entre los jubilados, el promedio de gasto se eleva al 49%, lo que subraya la extrema fragilidad de este grupo etario. Desde Inquilinos Agrupados, califican este escenario como de “extrema gravedad social”, ya que el desequilibrio entre los ingresos y los costos de la vivienda se ha vuelto insostenible.

Endeudamiento récord y el impacto en la vida diaria de los inquilinos

La presión por el alto costo del alquiler no solo afecta el presente, sino que también genera un preocupante endeudamiento estructural. El informe revela que el 72% de los hogares inquilinos se encuentran endeudados, lo que los obliga a recurrir a distintas fuentes de financiación para cubrir sus necesidades básicas.

El uso de tarjetas de crédito (56%) es la principal forma de endeudamiento, seguida de cerca por la necesidad de cubrir gastos esenciales como la compra de alimentos (44%) y el pago del alquiler mismo (32%). Adicionalmente, otro 32% de los encuestados se endeuda para pagar gastos de salud.

Este panorama refleja que, para una gran parte de la población, el alto costo de la vivienda ha reducido su capacidad de ahorro y los ha obligado a postergar gastos esenciales o a endeudarse. Las familias no solo luchan para pagar el techo que los cobija, sino que su situación económica se ha vuelto tan precaria que sacrifican áreas cruciales como la alimentación y la salud para poder cumplir con sus obligaciones. La crisis de vivienda en Argentina se profundiza y se manifiesta no solo en el costo de los alquileres, sino en las consecuencias directas sobre la vida de millones de personas.