A seis meses de la desaparición de Lian Flores, el misterio se profundiza sin pistas ni detenidos
A casi 200 días de la desaparición de Lian Gael Flores Soraide en Ballesteros Sud, Córdoba, la investigación no arroja resultados. A pesar de los rastrillajes y allanamientos, el paradero del niño de tres años sigue siendo un enigma que mantiene a todas las hipótesis abiertas, sin que haya imputados por el caso.

Se cumplen seis meses de la desaparición de Lian Gael Flores Soraide, un niño de tres años que fue visto por última vez en el patio de su casa en una comunidad rural de Ballesteros Sud, Córdoba, el 22 de febrero de 2025. A pesar del tiempo transcurrido, del despliegue masivo de recursos en su búsqueda y de la intervención de fiscalías especializadas, el caso no tiene avances significativos. No hay pistas, no hay detenidos y el misterio se profundiza día a día, en medio de la desesperación de su familia.
El abogado de la familia, Darío Baggini, confirmó que, a pesar de los recientes operativos de búsqueda —incluyendo nuevos rastrillajes con perros y allanamientos en el lugar—, no hay resultados que permitan avanzar en una línea de investigación concreta. Según el letrado, estas nuevas acciones se realizan «por protocolo y para descartar errores», más que por la aparición de nuevas pistas. La búsqueda se concentró en áreas sensibles como el cortadero de ladrillos y los campos cercanos a la vivienda, lugares que la familia ya había rastreado sin éxito en los primeros días.
La desaparición de Lian se ha convertido en un caso complejo, con un vacío de información que frustra a los investigadores. En las horas y días posteriores al hecho, cientos de personas, incluyendo bomberos, Gendarmería Nacional, rescatistas y perros rastreadores, participaron en la búsqueda. Drones con cámaras térmicas y helicópteros sobrevolaron la zona, pero el operativo no arrojó ni una sola huella, prenda de vestir o indicio que pudiera orientar a los peritos. Este silencio de la evidencia ha complicado la investigación desde el primer momento.
Todas las hipótesis sobre la desaparición siguen abiertas
Desde el inicio, el caso llamó la atención por la falta de evidencias. La intervención de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX) junto a la fiscal de Villa María, María Virginia Miguel Carmona, sugirió que la principal línea de investigación es un posible caso de trata de personas. La naturaleza del delito, su complejidad y las redes que lo sustentan son consideradas la explicación más plausible ante la ausencia total de rastros. Sin embargo, los fiscales a cargo insisten en que «todas las hipótesis siguen abiertas», lo que demuestra la dificultad para consolidar una teoría única sobre lo ocurrido.
La desesperación de los padres, Elías Flores y Plácida Soraide, crece con cada día que pasa. La familia, junto a vecinos, ha recorrido incansablemente el área rural donde desapareció el niño, pero cada esfuerzo se ha topado con el mismo muro: la falta de una pista que los guíe. El caso de Lian se suma a una lista de desapariciones de niños en el país que, a menudo, quedan sin resolver, dejando un rastro de dolor y preguntas sin respuesta.
A pesar de las adversidades y la sensación de estancamiento, la familia y su abogado se mantienen firmes en la búsqueda, solicitando que se agoten todas las instancias y se realicen más medidas judiciales para mantener el caso activo. La comunidad se ha unido a su pedido de colaboración, apelando a cualquier información que pueda ayudar a romper el silencio y llevar luz sobre la desaparición de Lian. El misterio continúa, y la esperanza de encontrar al pequeño se aferra a la posibilidad de que algún indicio, por más mínimo que sea, aparezca.