La caída del consumo golpea al AMBA con un desplome del 11,7% en julio

Tras el colapso del consumo, las ventas cayeron en julio un 11,7% en el AMBA, según Focus Market. La crisis económica y los aumentos de precios persisten, mientras una leve recuperación nacional del 3,4% solo se explica por el aguinaldo.

El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sufrió una fuerte caída del consumo del 11,7% en julio de 2025, según un informe de la consultora Focus Market. Este desplome interanual contrasta con una leve recuperación a nivel nacional del 3,4% respecto al mes anterior, impulsada por el cobro del aguinaldo. A pesar de una supuesta «normalización» en el patrón de compra de las familias, la presión de los precios continúa, con aumentos que ya se están trasladando a los comercios.

El consumo, medido en unidades compradas en 756 supermercados y autoservicios de todo el país, mostró en julio una nueva señal de la crisis económica que atraviesa la Argentina. El reporte de la consultora Focus Market reveló que el consumo cayó un 4,3% interanual en el país. No obstante, la situación se agravó de forma significativa en el AMBA, donde la contracción alcanzó un alarmante 11,7%.

Este desplome en el área metropolitana es un claro indicativo de la mayor presión sobre el bolsillo de los habitantes de la región, que concentran una gran parte de la población del país. La crisis no da tregua y la capacidad de compra de los salarios sigue erosionándose, impactando directamente en la adquisición de bienes de primera necesidad.

La leve recuperación intermensual del consumo: ¿un espejismo?

A pesar de los datos negativos interanuales, el informe señala una recuperación del 3,4% en el consumo a nivel nacional en comparación con junio. Esta mejora, sin embargo, se explica principalmente por un factor estacional: el cobro del aguinaldo. Más de 16 millones de personas, entre asalariados y jubilados, recibieron en julio un ingreso extra que, en un contexto de alta inflación, se destina mayoritariamente al consumo básico. La recuperación en el AMBA fue más notoria en esta comparación, con un crecimiento del 6,6% frente a junio.

Damián Di Pace, director de Focus Market, interpreta estos movimientos como una «normalización» del patrón de compra. Según su análisis, los consumidores ya no compran en grandes volúmenes para acopiar productos ante la incertidumbre de precios, sino que reponen con mayor regularidad, aunque en cantidades más ajustadas a la necesidad inmediata. Esta tendencia, sostiene, estaría relacionada con una desaceleración de la inflación y una mayor previsibilidad en los precios futuros.

Precios en constante subida y el impacto en las ventas

Aunque el informe de Focus Market sugiere una supuesta estabilidad, la realidad en los comercios sigue siendo de constante presión. Los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, el rubro principal de ventas en supermercados, subieron un 30,6% interanual, por debajo de la inflación general del 36,6% medida por el INDEC. El ticket promedio de compra en julio fue de 8.795 pesos, un 34% más que el año anterior, pero la cantidad de tickets cayó un 7,4%, lo que demuestra que, si bien se gasta más en cada compra, la frecuencia de las mismas se ha reducido.

Esta dinámica se intensifica con los permanentes aumentos de precios que se trasladan a las listas de los proveedores. En los últimos días, empresas como Swift y Paladini aplicaron subas del 5% en sus productos. Del mismo modo, los panificados sufrieron remarcaciones de entre el 6% y el 7%. Este proceso de ajuste constante, que se agudizó tras el aumento del dólar en julio, amenaza con neutralizar cualquier atisbo de recuperación del poder adquisitivo y presiona aún más sobre el consumo.

Conclusión

La caída del consumo en el AMBA del 11,7% en julio de 2025 es un reflejo de una economía que continúa en crisis. Aunque la leve mejora intermensual a nivel nacional, impulsada por el aguinaldo, podría sugerir una «normalización», la realidad de los precios en constante ascenso y la reducción en la cantidad de tickets de compra pintan un panorama de extrema cautela por parte de los consumidores. A medida que las remarcaciones de precios se trasladan a los comercios, el futuro del consumo y el poder adquisitivo de los argentinos sigue bajo una gran incertidumbre.