Un crimen sin condena: El principal sospechoso del asesinato en Coghlan

El principal sospechoso del asesinato de Diego Fernández en 1984, Norberto Cristian Graf, respondió de manera llamativa ante la prensa. El caso, reabierto por el hallazgo de los restos, no tendrá consecuencias penales por la prescripción.

El hallazgo de restos óseos en el barrio de Coghlan ha reavivado un crimen ocurrido en 1984. Los huesos, identificados como pertenecientes a Diego Fernández Lima, fueron encontrados durante una obra en una vivienda de la avenida Congreso. La Justicia, a partir de las primeras investigaciones, ha señalado a Norberto Cristian Graf, de 58 años, como el principal sospechoso del asesinato. Graf, un electricista que vivió en esa casa durante los años del crimen, se presentó de forma espontánea ante la Justicia, pero su reacción al ser consultado por la prensa fue tajante. Al ser consultado por una periodista, el hombre solo atinó a decir «¡No!» antes de cerrar la puerta de forma abrupta, negándose a dar más declaraciones.

Las pruebas forenses y la contundencia del caso

La investigación forense, a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), fue clave para determinar que la muerte de Fernández Lima fue violenta. Los estudios de ADN no solo permitieron la identificación de la víctima, sino que también revelaron la presencia de heridas cortopunzantes en la cuarta costilla y otras articulaciones, lo que es compatible con un ataque con arma blanca y un posterior intento de descuartizamiento.

A pesar de la contundencia de las pruebas que apuntan a un homicidio intencional y brutal, el caso enfrenta una barrera legal insalvable. De acuerdo con la legislación argentina, los delitos prescriben después de 25 años, excepto los crímenes de lesa humanidad. Como el asesinato de Diego Fernández ocurrió hace más de cuatro décadas, la posibilidad de un juicio o una condena penal ha expirado.

La prescripción y el objetivo de la investigación

La prescripción del delito significa que, aunque el fiscal Martín López Perrando pueda citar a Graf para reconstruir los hechos, no hay consecuencias penales posibles. El objetivo actual de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°12 no es obtener una condena, sino brindar a la familia de la víctima la verdad sobre lo sucedido. La meta de la investigación es, por lo tanto, reconstruir la historia y esclarecer las circunstancias que llevaron a que los restos de Diego terminaran enterrados en ese jardín.

Los interrogantes que persisten

A pesar de los avances en la investigación, el caso de Diego Fernández Lima sigue rodeado de misterio. Aún no está claro cuál era el vínculo entre la víctima y la familia Graf, ni qué motivos llevaron al crimen. La falta de una conexión aparente entre Graf y Fernández, que no figuraba entre sus amistades, profundiza aún más el enigma.

Las preguntas que resuenan con más fuerza son: ¿qué sabían los habitantes de la casa y por qué mantuvieron silencio durante tanto tiempo? Aunque la Justicia no pueda dictar una sentencia, el esclarecimiento de estos interrogantes es la única forma de que la familia de la víctima pueda tener un cierre.